El Periódico de Aragón

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Fútbol

En el nombre de Sergio Pina

Un año después de la muerte del deportista aragonés, sus seres queridos siguen luchando contra la ELA en su honor

Sergio Pina hace el saque de honor en el homenaje que recibió en La Romareda. ANGEL DE CASTRO

Un año ha pasado desde la muerte de Sergio Pina. El que fuera futbolista y entrenador fue diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y finalmente el 18 de julio de 2021 falleció con tan solo 45 años. Pero 365 días después, su recuerdo sigue muy presente. «Era una persona cercana y muy fiel. No encontrarás una persona que hable mal sobre él», asegura Javier Garcés, actual técnico del División de Honor juvenil del Real Zaragoza y entrenador y amigo de Pina. Su relación nació cuando Garcés lo dirigió en el equipo del Santo Domingo de Silos y se mantuvo hasta el fatal desenlace. «Hay personas que pasan desapercibidas por el mundo, pero Sergio dejaba huella allá por donde pasaba», afirma.

Tanto es así que cuando saltó la noticia de la enfermedad de Pina, el mundo del futbol aragonés se volcó con él. «Hablando un día con Luis Aragón y viendo lo mal que lo estaba pasando Sergio, pensamos que algo había que hacer», recuerda Garcés. Dicho y hecho, entre los dos crearon un grupo de diez personas, allegados del exfutbolista como Pedro Suñén, Ana Guerra o Nacho Báguena, y comenzaron a preparar diferentes iniciativas. Rostros tan conocidos como Ander Herrera, Alberto Zapater, Láinez, Alberto Soro o Jesús Vallejo donaron algunos de sus bienes (camisetas, botas, trofeos...) para recaudar fondos. «Ninguna persona a la que le pedimos ayuda se negó, todos colaboraron. Eso te da una idea de lo querido que era Sergio. Todo lo que había dado al fútbol se lo intentamos devolver», subraya el técnico. Incluso Pina llegó a ser homenajeado en La Romareda, en un partido del Deportivo Aragón, donde hizo el saque de honor. 

"Todo el mundo quiso colaborar, intentamos devolver a Sergio todo lo que él le había dado al fútbol"

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«Se fue sintiendo el cariño de todos los que estábamos a su alrededor», afirma Miriam Moleón, su viuda, que recuerda la crudeza de la pelea contra la enfermedad. «Fueron momentos duros. Muchas visitas a los médicos buscando que te dieran algo de esperanza», rememora con añoranza: «Era un guerrero, en vez de darle ánimos a él, nos acababa animando él a nosotros».

Una lucha que no cesa

Cuando Sergio Pina murió, a sus allegados se les planteó un dilema. O dejaban de organizar actos benéficos para seguir ayudando a los enfermos de ELA o bien continuaban con la noble labor. La duda se resolvió pronto, en cuanto pensaron qué es lo que el aragonés hubiera deseado. «Estaría muy orgulloso de ver cómo, en la medida que podemos, seguimos aportando nuestro granito de arena», afirma Javier Garcés. Así que, en colaboración con ARAELA (Asociación Aragonesa de Esclerosis Lateral Amiotrófica), se siguen planificando actividades. «El que no monta un campus, monta una gala benéfica en la que el nombre de Sergio Pina sigue muy presente», explica orgullosa Miriam.

«El fútbol tiene una gran repercusión social y es un placer, por un lado, poder seguir ayudando a los enfermos de este terrible enfermedad y, por otro, recordar la figura de nuestro amigo», señala Garcés. Un referente imposible de olvidar un año después de su fallecimiento. «Sergio se fue, pero aunque él no esté, de alguna manera sigue peleando», acaba Miriam.

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