Hacer deporte, mantener una buena alimentación y disfrutar entrenando. Estos son los pilares sobre los que se sustenta el crossfit, que sigue extendiéndose y ganando adeptos. Esta disciplina se basa en ejercicios funcionales que se realizan a alta intensidad y que buscan mejorar la condición física de la persona, sea cual sea su perfil.

Tal está siendo su crecimiento en los últimos años que cada vez se organizan más eventos y competiciones en torno al fitness. De hecho, durante este fin de semana se ha llevado a cabo el DEKA FIT, un evento de fitness que forma parte de la conocida marca Spartan Race y que ha acogido en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a unos 600 participantes.

Entre ellos se encuentra Toño, que junto a Ana son los propietarios de Diesel Fitness Box, un gimnasio situado en las instalaciones del Parque Deportivo Ebro y donde cientos de personas acuden a practicar crossfit. “El crossfit está dirigido a todo el mundo, desde un profesional del deporte hasta una persona que no ha hecho deporte en su vida y simplemente quiera mejorar su acondicionamiento físico”, explica Ana, que siempre había practicado distintos deportes pero desde hace dos años comenzó a profesionalizarse en esta disciplina.

“Una de las mayores satisfacciones que tenemos es que la persona novata que viene con temor nos traiga dos o tres personas más”

Y es que el crossfit carga a sus espaldas con algunas etiquetas complicadas de eliminar, ya que “tradicionalmente se tenía la percepción de que el crossfit estaba dirigido a gente con una condición física muy buena”. Una creencia que quienes se dedican a esta disciplina luchan por cambiar. “La filosofía del crossfit es que sea un deporte inclusivo para todo el mundo. Nosotros lo que hacemos es luchar contra el estigma de que el crossfit es exclusivo para gente que está mejor preparada”, comenta Ana.

En este box —así es como se conocen los gimnasios de crossfit— reciben deportistas que realizan otro tipo de actividad física pero también primerizos que no han tenido contacto con el deporte. “Nos encantan los novatos porque sabemos lo que hacemos, disfrutamos y les quitamos el miedo en la primera sesión”, apunta Toño, que durante más de 10 años se ha dedicado a realizar pruebas de ultra fondo con fines benéficos, como los 42 kilómetros que recorrió nadando en 2012 para recaudar fondos a favor de la Asociación de Enfermos de Alzheimer.

Una de las mayores satisfacciones que tenemos es que la persona novata que viene con temor nos traiga dos o tres personas más”, se sincera Toño, que tras más de un año con el box abierto pueden presumir de haber creado una familia en torno al crossfit. Y es que la sonrisa es una de las claves de este deporte, así como los vínculos entre los grupos de trabajo. “Nos hemos dado cuenta de que la unión es la clave. No solo la propiciamos nosotros sino que la persona que va más avanzada ayuda al que está empezando y eso es extraordinario”, añade.

Toño y Ana junto a algunos de sus deportistas en Diesel Fitness Box

Los entrenamientos de crossfit suelen seguir un mismo patrón, aunque cada día esconden una nueva sorpresa y ejercicios distintos. Las sesiones suelen rondar los 50 o 60 minutos y siempre se comienza con ejercicios de fuerza. Luego se realiza un calentamiento específico en función de la rutina del día y posteriormente comienza el WOD —workout of the day o trabajo del día, en español—. “Ahí es cuando comienza el sufrimiento, o la diversión”, ríe Ana.

Uno de los aspectos más importantes del crossfit es la capacidad de medición objetiva que tienen los ejercicios. Además de la percepción que cada persona tiene de su progreso, el tiempo es el encargado de medir la mejora. "Otra de las claves del crossfit es el reloj, ya que todo el trabajo que hacemos es medible, por lo que tú tienes una percepción objetiva de tu progreso", expone Toño, cuyas sesiones van acompañadas de música y pitidos que marcan las pausas y los momentos de acción.

“Vemos que nos viene gente que no ha hecho nunca crossfit y ese es el mejor indicador de que la actividad está creciendo”

Esta disciplina ha sido tachada por muchos como lesiva por sus movimientos explosivos y necesidad de mover cargas externas. “Nosotros tenemos gente desde los 12 años hasta los 60 y en un año no se ha lesionado nadie. Aunque sí que es verdad que es una actividad que en manos de una persona sin los conocimientos adecuados puede ser peligrosa”, afirma Toño, que sigue de cerca la evolución de cada persona que entra al box.

Aquí empiezas tu curso, que es primero de infantil. Y a partir de ahí puedes hacer una carrera universitaria, quedarte en el bachillerato o en los estudios de secundaria”. Esta es la forma con la que este entrenador recibe siempre a sus nuevos deportistas y añade que “hasta que no vemos a la persona totalmente capacitada no pasamos al siguiente nivel”.

Por sus instalaciones han pasado equipos de fútbol de distintas edades que buscan complementar sus entrenamientos con sesiones de crossfit. Así como colegios, con los que realizan una extraordinaria función educativa, dándoles a los niños y niñas una primera toma de contacto con el deporte. “Hacemos ejercicios funcionales que les sirven para la movilidad articular, psicomotricidad o la velocidad de reacción. Son ejercicios básicos que son necesarios para que en un futuro se puedan encaminar a una disciplina u otra, o simplemente les van a servir en su día a día”, explica Ana.

Instalaciones de Diesel Fitness Box

Estas visitas se realizan de la mano de la Fundación ESDA, que gestiona las instalaciones del Parque Deportivo Ebro y que ofrece tres tipos de actividades a los colegios: una sobre naturaleza, otra sobre teatro y la visita a Diesel Fitness Box. Unas instalaciones deportivas por las que pasaron más de 700 niños durante el curso anterior.

Pese a que el crossfit llegó a España hace unos años, parece que es ahora cuando se está viviendo un crecimiento de usuarios que lo practican. Aunque muchos boxes se sitúan en la periferia de las ciudades, cada vez es más habitual encontrar gimnasios que ofrecen esta disciplina. “Vemos que nos viene gente que no ha hecho nunca crossfit y ese es el mejor indicador de que la actividad está creciendo”, concluye Ana.