La lucha contra la violencia en el deporte de la comunidad

El fútbol aragonés endurecerá sanciones y formará contra la violencia

Agentes y federación aragonesa acuerdan tomar medidas tras cerca de 200 incidentes en un año

Representantes de clubs, árbitros y entrenadores, entre los asistentes a la jornada.

Representantes de clubs, árbitros y entrenadores, entre los asistentes a la jornada. / ANDREEA VORNICU

El fútbol aragonés se pone manos a la obra para erradicar el notable incremento de episodios violentos en los campos. El endurecimiento de las sanciones y la formación específica en prevención dirigida hacia entrenadores y árbitros encabezan las medidas propuestas este jueves en una reunión convocada por la Federación Aragonesa de Fútbol y que contó con representantes de técnicos, colegiados, clubs y el resto de agentes que forman parte del fútbol. El Ayuntamiento de Zaragoza, que propuso aumentar la presencia policial en los campos municipales como medida disuasoria, también acudió a la cita.

Cerca de 200 incidentes en un año han hecho saltar las alarmas. Entre ellos figuran agresiones a rivales, incidentes del público o insultos o agresiones al árbitro. Especialmente relevante ha sido el incremento de casos de agarrones o zarandeos a los colegiados (23). «Estamos preocupados porque llegan las jornadas difíciles debido al final de Liga y con los ajustes de categorías que hay tenemos la sensación de que van a ocurrir más incidentes», admitió Francisco Ramos, presidente del Comité Técnico de Árbitros de Aragón. 

Reunión entre representantes del fútbol aragonés para erradicar la violencia

En todo caso, el representante del colectivo reclama serenidad. «Debemos estar tranquilos, velar por que el espectáculo continúe y que las ligas acaben. Lo que tenemos que hacer, indudablemente, es mejorar en el arbitraje también. Esto es formativo, los niños se educan en el fútbol y los árbitros también, no tenemos árbitros internacionales para pitar la liga regional o el fútbol base. Si el fútbol no es un deporte perfecto que no se pretenda que el arbitraje lo sea».

"Esto es formativo, los niños se educan en el fútbol y los árbitros también. Si el fútbol no es un deporte perfecto que no se pretenda que el arbitraje lo sea", opina Francisco Ramos, presidente del Comité Aragonés de Árbitros

Entre las propuestas planteadas figura la elaboración de pancartas con lemas antiviolencia en los partidos, paseos de los jugadores a los árbitros dándoles la mano, la creación de comisiones mixtas de entrenadores y árbitros para limar las diferencias o que los entrenadores hagan de árbitros de fútbol base en los cursillos, además de la modificación y revisión del código disciplinario. «Lo que está reglamentado cubre perfectamente la situación porque es suficientemente duro, pero si vemos que algún estamento no está conforme, lógicamente plantearemos ampliar el peso de las sanciones donde corresponda, pero yo creo que no es necesario», matizaba el presidente de la federación, Óscar Fle, en los instantes previos a la reunión.

En el plan de prevención de la violencia de la federación también figura un protocolo de atención a las víctimas y afectados por incidentes o la creación de un grupo interdisciplinar (jugadores, entrenadores y árbitros) para la elaboración de protocolos. «Hay que instruir a los jugadores desde pequeños y que partan de una educación de base en la cual los clubs no permitamos gente violenta o que no se comporta correctamente y tomando las medidas disciplinarias pertinentes. Pero sobre todo, la educación y el respeto es lo más importante», expuso Cecilio García, presidente de la Unión Deportiva Casetas. 

"Si los padres tienen actitudes que perjudiquen a la competición tenemos que prohibir la entrada a los campos para que no se produzcan estos episodios", advierte Cecilio García, presidente de la UD Casetas

Además, García incide en el papel que deben tomar los clubs frente a la violencia por parte de los espectadores. «Los padres y el público en general también tienen que ser respetuosos con el juego. Si tienen actitudes que perjudiquen a la competición tenemos que prohibir la entrada a los campos para que no se produzcan estos episodios. Los niños no tienen la culpa, ellos solo quieren disfrutar, pero si los padres no tienen un comportamiento correcto, desde el club debemos invitarles a que no acudan a los partidos».

En este sentido, las entidades prometen firmeza. «Estas medidas se han hecho siempre y hay que seguir en la misma línea, los clubs vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano», subraya.