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Ana Eliza, exjugadora del Sala Zaragoza: "Si no fuera por los amigos nos hubiéramos muerto de hambre"

La exportera brasileña del equipo denuncia la situación vivida en el club en sus redes sociales

La entidad reconoce la deuda con la jugadora pero condena esas declaraciones, rechaza su veracidad y anuncia que tomará medidas legales

Ana Eliza, tras ganar la Copa Gobierno de Aragón con el Sala Zaragoza.

Ana Eliza, tras ganar la Copa Gobierno de Aragón con el Sala Zaragoza. / TWITTER

El Periódico de Aragón

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La guardameta brasileña Ana Eliza denunció en sus redes sociales los «despropósitos» que vivió como jugadora del Sala Zaragoza la temporada pasada. «Vivimos situaciones inimaginables e inaceptables para un equipo profesional de Primera División», aseguraba Ana Eliza. «Si no fuera por amigos y familiares, literalmente nos hubiéramos muerto de hambre en Zaragoza», dice contundente. Más de 30 jugadoras denunciaron al club aragonés por impagos la pasada campaña.

«Por falta de pago estuvimos meses y meses sin recibir un céntimo del club y llegué al extremo de ni siquiera tener comida para jugar. Tuvimos que pedir ayuda al banco de alimentos de la ciudad, amigos y familiares para obtener lo mínimo para sobrevivir», relata la brasileña, que pone como ejemplo un vídeo del partido de la jornada 19 del curso pasado.

«En este partido, por ejemplo, tuve que jugar sin nada en el estómago, ya que le había advertido al club que llevábamos mucho tiempo al límite y nos dijeron que «tuviéramos paciencia porque había otros en situaciones peores». Al final del primer tiempo me sentí mareada, con dolor de estómago y casi me desmayo, cuando comuniqué mi situación a los demás, algunos me regañaron. El padre de un deportista del club compró comida en el entretiempo para que pudiera volver al partido», asegura la brasileña.

La guardameta denuncia también otras situaciones. «También fui testigo de amenazas e intimidaciones con los trabajadores de la empresa, especialmente con los extranjeros, donde el titular de la empresa se aprovechaba de su falta de conocimiento sobre las leyes laborales, manipulaba y mentía sobre nuestros derechos y deberes. A las jugadoras nos amenazaron con sanciones económicas muy altas (que ni siquiera recibimos) por no ejecutar jugadas ensayadas en el juego, o por recibir cartas, por ejemplo», describe.

La brasileña quiere que sus palabras sean «una llamada de atención» para aquellas jugadoras extranjeras que buscan su oportunidad en Europa. «Investiga, pregunta, infórmate, porque lo que vivimos en la Sala Zaragoza, no se lo deseo a ningún deportista», insiste. La situación está en los tribunales. «Actualmente estamos en los juzgados para intentar cobrar los sueldos de la temporada. Se está interponiendo una demanda contra el club por este asunto. Desafortunadamente, muchas atletas y mujeres brasileñas han pasado por situaciones similares o parecidas en este mismo club», concluye.

El Sala Zaragoza condena las declaraciones

Por su parte, el Sala Zaragoza reconoce los problemas económicos que atraviesa y la deuda con Ana Eliza en concreto, aunque la cuantía se tendrá que dilucidar en el juzgado, pero condena las declaraciones hechas por su exjugadora y "tomará las medidas correspondientes" para defenderse de unas acusaciones que puede "demostrar que no son ciertas".

"Condenamos radicalmente las declaraciones vertidas hacia el club, incluyendo en ellas a staff y compañeras, muchos de los cuales continúan en la disciplina del Sala Zaragoza de cara a la próxima temporada y que pueden, llegado el momento, dar fe de la gratuidad, inexactitud y falsedad de muchas de las declaraciones de Ana Eliza Ribeiro, pareciéndonos una grave acusación dirigida una vez más a dañar la imagen del Sala Zaragoza y generar inestabilidad en este periodo de fichajes", señalan fuentes de la entidad, que muestra su sorpresa porque la futbolista haya efectuado esas declaraciones dos meses después de terminar su relación contractual con el club.

"Lamentamos profundamente la situación contractual sufrida, pero que dista mucho de la realidad en las acusaciones realizadas fuera de dicho aspecto referente al contrato de la jugadora. A nuestro juicio se debe diferenciar la libertad de expresión, con la dinámica destructiva en las manifestaciones que no se pueden demostrar", señala la entidad.