SD Tarazona: revolución bajo el Moncayo

El conjunto turiasonense arrancará con 22 jugadores nuevos la histórica temporada de su centenario. «El hambre es nuestra seña de identidad», señala Molo, su entrenador

El once de la SD Tarazona que se enfrentó en pretemporada al CD Tudelano en el Ciudad de Tudela, donde los rojillos jugarán hasta mediados de octubre como locales.

El once de la SD Tarazona que se enfrentó en pretemporada al CD Tudelano en el Ciudad de Tudela, donde los rojillos jugarán hasta mediados de octubre como locales. / Servicio especial

David García Arlegui

David García Arlegui

Muy pocos aficionados de la SD Tarazona, solo los más optimistas, vieron venir lo que terminaría materializándose el 10 de junio en una localidad tan lejana a Aragón como es Navalcarnero. Aquel sábado en territorio madrileño, el conjunto turiasonense puso el broche final a un playoff de ascenso de infarto: el doblete de Mendes en los últimos cinco minutos que remontaba la eliminatoria ante el Compostela, el gol del Navalcarnero cuando el partido moría... Todo acabó y a su vez comenzó con aquel rebote en el área que cazó Carlos González: la explosión de júbilo en Madrid, el festejo bajo la lluvia en el regreso a Tarazona...

Aquel equipo estrenará este domingo, frente a la Real Sociedad B, la Primera RFEF como equipo aragonés. «En Tarazona se respira ilusión, expectación y ganas de iniciar la Liga», asegura Aniceto Navarro, presidente del club. «Hace unos años, jugar contra un equipo como la Real Sociedad era impensable. Vamos con toda la ilusión, humildad y sabiendo que les vamos a poner las cosas difíciles», añade.

Pese a que solamente han pasado dos meses desde el ascenso, la SD Tarazona aterriza en la división de bronce con un solo jugador del pasado curso (Javi Areso), habiendo fichado a 22 futbolistas nuevos procedentes de 17 conjuntos diferentes. «Ha sido un verano ajetreado, como en todos los mercados del Tarazona, y estamos muy contentos con la confección de la plantilla», afirma Míchel Sanz, el director deportivo y artífice de una revolución a la que está acostumbrado. «Con los recursos que tenemos, hemos hecho una gran plantilla que esperamos cerrar esta semana que viene de la mejor manera», manifiesta.

A todas estas caras nuevas sobre el césped se suma la de Manuel Jesús Casas, más conocido como Molo, el líder de la escuadra que inaugurará la Primera RFEF para el Tarazona. «Estamos preparados. Llevamos relativamente poco juntos y somos un equipo totalmente nuevo, pero tenemos la base de lo que queremos», indica Molo, el entrenador del conjunto rojillo desde el pasado 6 de julio que define como «fácil porque coincidimos mucho en nuestra forma de ver el fútbol» el trabajo con Sanz. El director deportivo devuelve el piropo a su técnico. «Si tuviera que destacar algo del míster es que es muy competitivo y tiene mucho hambre. Fueron los dos factores que hicieron que la balanza se decantara por él», reconoce.

La palabra «hambre» se repite en los planteamientos de este nuevo Tarazona, ya que el propio Molo ha tratado de inculcar esa idea desde su llegada al cuadro del Moncayo. «El hambre es nuestra seña de identidad. Tenemos jugadores con una gran capacidad de competir en esta categoría, pero casi todos vienen de años regulares», explica Molo. «Llegan tras un año malo, un descenso, poca continuidad... El perfil del Tarazona no permite fichar a aquellos jugadores que han tenido una gran temporada porque otros equipos nos adelantaban por presupuesto», continúa, sin restar por ello credibilidad a los futbolistas o a su calidad.

«Muchos de estos jugadores vienen con ánimos de revancha, de demostrar que son capaces y de mostrar su valía, de la que nosotros estamos convencidos», sentencia. «He encontrado muchísimo hambre en mis jugadores, en el club y en el cuerpo técnico, que también es joven, pero muy capaz», añade el preparador almeriense. «Los jugadores que hemos firmado tienen un perfil claro y que llevamos muchos años fichando en el club. Hay mucha gente con experiencia en la categoría y estamos convencidos de que hemos hecho un equipo para competir», expone Navarro.

Con las piezas adquiridas, la máquina del Tarazona 23-24 comenzó a funcionar este verano, con los rojillos venciendo a rivales como el Fuenlabrada y el Lleida. «Los resultados en pretemporada no son importantes, pero sí lo es que los jugadores se conozcan y sepan qué quiere el míster de ellos. En ese aspecto, la pretemporada ha sido un diez», manifiesta Míchel Sanz.

El clima de ilusión y expectación del que hablaba Navarro, eso sí, tardará en llegar a Tarazona en lo que al fútbol en directo se refiere, ya que el propio presidente confirma que será la primera semana de septiembre cuando se inicien las obras para adecuar el Municipal a las exigencias de la RFEF. «Creemos que podremos estar jugando en el Municipal a mitad de octubre, ya con césped natural», argumenta el presidente. «Mientras tanto, jugaremos en el Ciudad de Tudela, campo del Tudelano, al que agradecemos mucho esta posibilidad», agrega.

Director deportivo, técnico y presidente coinciden en que el Tarazona está preparado para iniciar el año de su centenario estrenándose en Primera RFEF. «Desde la humildad, el trabajo y la ilusión de una ciudad, estoy convencido de que vamos a estar a la altura como club», finaliza Aniceto Navarro.