Teruel vuelve a escena en una etapa que marcará diferencias

La provincia acoge este jueves la sexta jornada de la Vuelta y la ocupación hotelera en la zona es total

Ángel Madrazo lanza un beso al cielo después de ganar la etapa de la Vuelta que terminó en Javalambre en 2019.

Ángel Madrazo lanza un beso al cielo después de ganar la etapa de la Vuelta que terminó en Javalambre en 2019. / Javier Lizón

David García Arlegui

David García Arlegui

Después de tres ediciones de ausencia, la provincia de Teruel vuelve a ponerse en el foco de la mejor carrera ciclista a nivel nacional. La Vuelta a España arriba a la provincia mudéjar, como sucediese por última vez en 2019, y lo hace con la meta, al igual que en aquella ocasión, en el Observatorio Astrofísico de Javalambre.

La sexta etapa de esta Vuelta a España 2023 promete emoción y servirá para comenzar a marcar las primeras diferencias relevantes entre los primeros de la general, liderada por un Remco Evenepoel al que le siguen muy de cerca Enric Mas (a 11 segundos), el francés Lenny Martínez (a 17), el danés Jonas Vingegaard (a 37) y Aleksandr Vlasov (a 39). Primoz Roglic, otro de los gallos de batalla de este certamen, se coloca séptimo a 43 segundos de Evenepoel.

Y si en condiciones normales la prueba supondría un filtro en el que muchos participantes en cabeza pueden comenzar a quedarse atrás, lo es más si se tiene en cuenta que, al final de la misma, las rampas se endurecen en la ascensión al Observatorio Físico de Javalambre, donde la prueba tocará a su fin tras 183,1 kilómetros poco después de las 17.00 horas.

En palabras del director técnico de la Vuelta, el aragonés Fernando Escartín, «es una etapa de media montaña, más o menos, pero con una llegada a un puerto de primera bastante duro», asegura.

Fernando Escartín: «Es una etapa de media montaña con una llegada a un puerto de primera bastante duro»

Para el exciclista, el final del recorrido y la subida al Observatorio Astrofísico de Javalambre supondrá un verdadero reto para el corredor. «Será un puerto que empezará a marcar pequeñas diferencias», afirma Escartín. Igualmente, el biesquense utiliza como ejemplo la última edición de la Vuelta que finalizó en Teruel para explicar las distancias que pueden abrirse entre los participantes y la dureza de esta subida. «Ya lo vimos cuando Madrazo ganó con una escapada en 2019», indica. «También lo comprobamos cuando el pelotón llegó con Roglic y Valverde algo distanciados del resto de favoritos», expone respecto al cierre de la sexta etapa.

Más de 100 kilómetros antes de alcanzar Javalambre, el recorrido dejará la Comunidad Valenciana para entrar en territorio aragonés, con Olba como el primer municipio por el que discurrirá la prueba y el Alto Fuente de Rubielos, con 6,1 kilómetros de subida a 6,2% de desnivel, como el primer obstáculo reseñable de la carrera dentro de la provincia. Este será el segundo alto de tercera categoría tras el Puerto de Arenillas y se alcanzarán los 1.003 metros de altitud al coronarlo.

La carrera continuará por la A-232 hacia Rubielos de Mora, atravesando Mora de Rubielos, Valbona y La Puebla de Valverde, tomando entonces la A-23 hacia Sarrión y pasando después por Manzanera y Torrijas. Apenas 10 kilómetros después, se presenta el plato fuerte de la vuelta: la ascensión al Pico del Buitre.

En el kilómetro 172, las fuerzas comenzarán a flaquear cuando los ciclistas tengan ante sí el ascenso al segundo puerto de primera categoría de la Vuelta a España por el momento. Con tramos de hasta un 16% de desnivel, los grandes escaladores de esta edición como Roglic, Mas, Landa, Ayuso, Bernal o Vingegaard los que saquen sus capacidades a relucir en un tramo final de 10,9 kilómetros que promete pelea, emoción y desgaste.

Roche Murciano: «Un 85% de la ocupación es de la Vuelta y un 15% de turistas que vienen a verla»

El impacto de la carrera en los negocios locales, especialmente en lo que a turismo y hostelería respecta, deja diferentes opiniones y sentimientos encontrados entre los trabajadores de este sector en la zona donde transcurrirá la etapa. Roche Murciano, presidente de la asociación Teruel Empresarios Turísticos, resume el sentir hostelero en que «hay un sabor agridulce», explica. «Hay muchos hosteleros enfadados por el corte de carreteras, otros contentos por tener sus hoteles llenos. Los demás estarían más contentos si se hubiesen quedado los ciclistas y los equipos», reconoce Murciano. En efecto, los competidores se alojarán tras la prueba en Requena, donde dará comienzo el viernes la séptima etapa.

El empresario cifra en un 100% la ocupación en la zona cercana al Pico del Buitre. «Un 85% corresponde a la propia Vuelta y el 15% restante a otros turistas que aprovecharán para verla», indica. Igualmente, calcula que un 2% regresa a lo largo del año para andar en bicicleta por la zona y asegura que ha existido entre un 60 y un 65% de ocupación esta semana merced a aficionados que han aprovechado para hacer rutas ciclistas por la zona.