El Municipal vuelve a soñar

El fútbol es un deporte dado a regalar, de tanto en cuanto, momentos maravillosos y memorables a sus aficionados. Este sábado es un día marcado en rojo en el calendario de los seguidores de la SD Tarazona y de todos los vecinos de la ciudad, ya que, por surrealista que parezca, el Deportivo de La Coruña visitará el Municipal de la localidad turiasonense a las 16.00 horas para disputar un partido de Liga frente al cuadro de Molo.

«Tarazona está ilusionada. Recibimos a un campeón de Liga, de Copa y semifinalista de Champions, y hay mucha expectación», cuenta Aniceto Navarro, presidente de un club que celebra esta temporada su centenario en la categoría de bronce del fútbol nacional. «Queremos estar a la altura como club. Que nos visite un equipo que estuvo en Primera División significa mucho para nosotros», agrega.

Los suyos buscarán dar la campanada ante un transatlántico de la categoría que no ha comenzado como le gustaría su cuarta campaña en Primera RFEF, logrando cuatro victorias en las doce primeras jornadas. «Es una categoría maravillosa. Debemos disfrutarla compitiendo al máximo todos los días», indica Navarro.

El Tarazona estrenó el Municipal el pasado fin de semana ante el Teruel tras las reformas acometidas para adecuarlo a las exigencias de la RFEF, y pretende ahora empezar a sumar de tres en tres en su feudo tras dos meses sin poder jugar en casa. «Regresar al Municipal supone que la afición vuelva a ver a su equipo en su campo y pueda disfrutar de un montón de equipos históricos en casa», dice el presidente. «Como dice nuestro lema, los sueños, a veces, se cumplen, y este año los queremos vivir aquí, en el Municipal», relata.

Pese a lograr una victoria en doce partidos de Liga, el club mantiene la confianza en Molo para lo que viene. «No hemos puesto en duda en ningún momento, ni lo vamos a hacer, la continuidad del entrenador. El equipo está creciendo mucho y este es el cuerpo técnico idóneo», expone Navarro, presidente de un Tarazona que soñará despierto este sábado. «Es difícil, pero no tenemos miedo a nadie. El partido debe ser una fiesta, pero el Dépor tiene que sufrir en nuestro campo», avisa el directivo.