Un alto grado de especialización industrial, una sólida cultura empresarial, baja conflictividad y una adecuada red de infraestructuras y comunicaciones convierten a Aragón en un buen lugar para invertir. Son las principales ventajas competitivas que ayer esgrimió el consejero de Industria, Comercio y Desarrollo de la Diputación General de Aragón (DGA), Arturo Aliaga, ante unos 160 empresarios, que se reunieron en Zaragoza en el Primer Encuentro de Directivos de Empresas Extranjeras.

El consejero aprovechó el foro más adecuado para animar a las empresas que ya están implantadas en Aragón a que sigan centrando sus esfuerzos en la comunidad. "Para ello, tenemos argumentos renovados", señaló Aliaga. Esos argumentos son la Plataforma Logística (Pla-Za), el AVE, la autovía Somport-Sagunto o el parque tecnológico de Huesca Walqa. "No podemos competir en costes laborales con otros países pero tenemos otros instrumentos, como la paz social y una apertura a nuevas formas de flexibilidad", además de mano de obra cualificada procedente de la Universidad de Zaragoza, y organismos de apoyo como el Instituto Tecnológico de Aragón.

PROGRAMA INVEXTA Con esta base, "cualquier proyecto que se plantee en vuestras compañías, se puede hacer en Aragón", subrayó Aliaga dirigiéndose a directivos de Adidas, Becton Dickinson, Johnson Controls, Latexco --la última en llegar--, DKV o Saint Gobbain, así como responsables de cámaras de comercio de varios países en España. En total, las 154 empresas extranjeras afincadas en la comunidad dan empleo a unas 30.000 personas --el 8% de la población ocupada de la comunidad-- y facturan 12.000 millones de euros (2 billones de pesetas).

Un buen número de las compañías extranjeras ha llegado gracias al programa de inversión extranjera Invexta, del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), organizadora del evento. El IAF ha gestionado 25 proyectos de empresa, con una inversión de 204 millones de euros (33.942 millones de pesetas) y que suponen la creación de 1.400 empleos. Además, ha gestionado once proyectos de reinversión de compañías ya instaladas, con 18 millones de euros de inversión (unos 3.000 millones de pesetas).

PREOCUPACIONES EMPRESARIALES El encuentro también sirvió para poner de manifiesto las principales preocupaciones de los empresarios. El director de la planta de Becton Dickinson en Fraga, Marcos Calucho, se interesó por la caducidad del plan de reconversión minera, que podría extenderse hasta el 2010, según afirmó Aliaga. El escaso despegue del aeropuerto de Zaragoza también es motivo de angustia de algunos directivos. Ante esta situación, el consejero anunció que se estudia la idea de alcanzar convenios de tal forma que se pongan en funcionamiento jets de pocas plazas con destino a algunas ciudades europeas.

Sobre las deficiencias del lado francés del túnel del Somport, el consejero subrayó que ha habido conversaciones con la comisaria europea Loyola de Palacio "para intentar desbloquear la situación". Ante la pregunta sobre si, además de las extranjeras, también tienen ayudas las aragonesas, Aliaga dejó claro que "no se discrimina a nadie" y que en la DGA hay más de 2.200 solicitudes de ayudas de firmas aragonesas.

La preocupación que arrancó los aplausos de los asistentes fue la de un responsable de Sabeco, que expresó los "grandes problemas" de su "actividad, al parecer casi nociva" para invertir en la comunidad. "Aunque no nos subvencionen, queremos invertir en Aragón", subrayó. Aliaga respondió que fue "la soberanía popular" la que presentó una proposición para prohibir la implantación de nuevas superficies comerciales hasta el 2005. "A partir de entonces, se revisará", concluyó.