En una tendencia cada vez más fuerte, los países más pobres del mundo miran hacia China para buscar ayuda, según se constató ayer una vez más en Washington. Los ministros de Economía de los países más endeudados lamentaron que "el aumento de los flujos de ayuda prometidos en el 2005 no se hayan concretado aún". Ante esta situación, estos países, sobre todo africanos, buscan en China y los mercados de capitales los créditos que necesitan.