La compañía Fincas Corral, que su antiguo propietario Calixto Corral, anunció que vendió a Josep Xicola el pasado verano, agoniza mientras acumula las demandas de extinción laboral, cierre de oficinas y ejecuciones de embargos por impagos, tanto de rentas como de salarios. De la red de 150 oficinas que todavía funcionaban a principios de año, quedan en marcha unas 40, y van cayendo nuevas demandas de desahucio por impago.

La red de oficinas se reduce drásticamente y muchas han permanecido abiertas varias semanas sin luz, ni internet, ni teléfono, denuncian exempleados. La Inspección de Trabajo ha extendido actas de infracción a Fincas Corral SL tras constatar una situación de "falta de ocupación efectiva" con varios de sus empleados y por obstrucción a la labor inspectora. La empresa se resiste a despedir a sus trabajadores y parece que opta por forzar su marcha voluntaria, con lo que se ahorra las indemnizaciones.

Mientras eso sucede, Fincas Corral mantiene la fachada y Xicola ha continuado haciendo anuncios espectaculares, como el de Barcelona Meeting Point, cuando dijo que ponía todo el patrimonio de Fincas Corral en alquiler, con las dos primeras cuotas gratis, y lo cifró en 8.000 pisos. Pero las empresas del grupo no tienen ni un millar de pisos propios, según explican fuentes de los trabajadores.

Otra fachada sin casi nada detrás que ofrece Fincas Corral es su papel de agente colaborador de la Sociedad Pública de Alquiler (SPA), dependiente del Ministerio de Vivienda. Desde agosto, y a la vista de los problemas de la compañía, la SPA ha reasignando a otras empresas casi un millar de pisos que le gestionaba Fincas Corral. A finales de octubre, la SPA reclamó por burofax a la compañía las llaves de las viviendas que aún tenía en sus manos.

Ante la escasa respuesta obtenida, el 5 de noviembre, la presidenta de la SPA, Nieves Huertas, se reunió con Xicola, y le anunció que la empresa pública rompía "definitivamente la relación con Fincas Corral" y le exigió la documentación de los pisos que aún gestiona, informó a este diario un portavoz de la SPA.

La empresa no acude prácticamente a ningún juicio en los que se la cita como Fincas Corral. Ayer, en Bilbao se tenía que celebrar uno por una demanda no solo contra Fincas Corral, sino contra dos firmas patrimoniales ligadas al grupo: Renta Patrimonial 2000 y Patrimonio Inmobiliario Empresarial SA. La primera intentó, sin éxito, llegar a un acuerdo con los demandantes. La segunda forzó la suspensión de la vista al anunciar que estaba en concurso en un juzgado mercantil, dijo el abogado de los trabajadores Roberto Cadenas.