LANZAMIENTO DEL PLAN ESTRATÉGICO

Ibercaja, un ‘soltero de oro’ de la banca

Ibercaja ha logrado sobrevivir, con voz propia, a la drástica reestructuración y concentración del sector financiero en España iniciada en 2008, una tortuosa travesía de la que ha salido fortalecida

El banco aragonés abre un nueva etapa con los deberes hechos, los pies en la tierra y una estrategia más expansiva.

La sede central de Ibercaja, en el centro de Zaragoza.

La sede central de Ibercaja, en el centro de Zaragoza. / JAIME GALINDO

Han pasado ya 15 años de la crisis financiera de 2008, la mayor que sufrió el mundo desde la Gran Depresión (1929), que se desencadenó tras la quiebra de Lehman Brothers. España vivió un vía crucis agravado por la difícil digestión de los excesos y errores durante una burbuja inmobiliaria en la que el negocio bancario estuvo en el ojo del huracán. Desde entonces el mapa del sector se ha reducido de 55 a una decena de entidades relevantes, un privilegiado grupo del que forma parte Ibercaja. Tras 147 años de historia, la enseña aragonesa ha logrado por méritos propios sobrevivir a esa catarsis y mantener su independencia contra viento y marea. Con los deberes hechos en el plano regulatorio y una cifras deslumbrantes, las mejores de su longeva trayectoria, la entidad abre ahora una nueva etapa más expansiva y apacible, aunque plagada igualmente de riesgo y retos.

Aunque la regulación le obligó a convertirse en un banco convencional, conserva parte de las esencias que definían a las antiguas cajas de ahorros, grupo del que formaba parte y del que es uno de pocos actores que sigue con vida. Así lo atestigua la importante obra social que sigue desplegando con su actividad y el arraigo territorial.

El actual grupo es el resultado de la segregación y traspaso a Ibercaja Banco del negocio financiero de la extinta Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, hoy transformada en la Fundación Ibercaja. En 2013 absorbió Caja3, formada a raíz de la segregación y posterior fusión del negocio financiero de tres antiguas cajas de ahorros: la aragonesa CAI, Badajoz y Círculo de Burgos. Las fundaciones herederas de estas entidades son ahora sus accionistas minoritarios, con casi el 12% del capital.

La actividad principal que tiene es de banca minorista centrada en particulares, familias y pymes, lo que tiene reflejo en su sencilla estructura de balance y su bajo perfil de riesgo. Al cierre de 2023, contaba con 46.958 millones de euro en activos totales, lo que le sitúa como el noveno banco español por tamaño y una cuota de mercado del 2,4% en préstamos a particulares y entidades no financieras. La entidad, que dirige Víctor Iglesias desde el año 2015, dispone además de 4.627 empleados —200 más que un año antes— y en torno a 900 oficinas en toda España, más de un tercio de ellas en Aragón.

Tras la larga travesía del desierto que ha seguido todo el sector, con los tipos de interés oficiales en cero y negativo (2014-2021), Ibercaja ha encontrado un oasis de recuperación. La entidad alcanzó en 2023 un beneficio neto de 304 millones de euros, un 67,4% más que en el ejercicio anterior (123 millones), una cifra récord . Fue además la guinda a un trienio en el que el banco ha dado por cumplidos y superados con nota los objetivos del Plan Estratégico que lanzó en 2020.

Independencia y arraigo

Afronta la nueva etapa con las manos más libres para manejar su futuro sin ataduras. La entidad ha conseguido completar un fondo de reserva de 320 millones de euros que empezó a dotar hace casi dos años, lo que supone la congelación definitiva y sine die de la salida a bolsa. Se librará así de la obligación de dar el salto bursátil al cumplir con la alternativa avalada por el Banco de España para adaptarse a la nueva regulación bancaria surgida tras la crisis financiera de 2008.

En la práctica, supone un refuerzo a la independencia y al arraigo en Aragón. Mantenerse como un soltero de oro en la banca española, por voluntad propia, seguirá siendo unos de sus grandes retos. Esto sin descartar operaciones u oportunidades que le hagan cumplir sus objetivos.

No se descarta por ejemplo un futuro un estreno bursátil, pero ese camino solo se tomaría si la coyuntura de mercado resulte propicia, sin ataduras ni el condicionante ya del plazo. Todo para seguir siendo un banco con alma de caja.

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