Seis años después del inicio de la crisis financiera, la Comisión Europea propuso ayer a los 28 estados de la Unión Europea (UE) prohibir a los grandes bancos que puedan especular por cuenta propia en los mercados financieros, debido "al riesgo de estas operaciones para la estabilidad del sector, sin que aporten ninguna ventaja a los clientes de la entidad, ni a la economía en general".

La prohibición se aplicará a la treintena de bancos europeos considerados "demasiado grandes para quebrar, pero demasiado costosos de sanear", explicó el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier. Entre ellos figuran las entidades españolas Santander y BBVA.

La prohibición afectará a las inversiones por cuenta propia en instrumentos financieros, materias primas y fondos especulativos (hedge funds). Pero la propuesta deja muchas lagunas que podrían permitir a los bancos seguir especulando, denunciaron varios grupos del Parlamento Europeo. La prohibición, que debe ser aprobada por los Veintiocho y la Eurocámara, se aplicará a los bancos con más de 30.000 millones de activos y cuya actividad de inversión supere los 70.000 millones o el 10% de sus activos.

La Comisión renunció a obligar a esas entidades a una separación formal de la actividad de banca comercial de la de inversión, aunque los expertos así lo recomendaban. La propuesta deja en manos de los supervisores la posibilidad de imponer esa separación dentro del grupo.

AVISO A ESPAÑA La UE, por otra parte, alertó a España en el informe final del rescate bancario de que es "imperativo" que cumpla los objetivos de reducción del déficit público, que mantenga una vigilancia estrecha sobre la banca y que aplique todas las reformas comprometidas.

El informe critica los sucesivos retrasos que sufre la reforma de los servicios profesionales "que pone a prueba la voluntad del Gobierno" de cumplir sus promesas y que las condiciones de concesión de crédito a las pymes "continúan siendo onerosas", a pesar de las cuantiosas ayudas públicas destinadas a sanear la banca.