Enero se ha vuelto a confirmar como un mes malo para el empleo. El número de parados ha subido en 113.097 personas y ha descendido la afiliación media a la Seguridad Social (184.031 cotizantes menos), ha seguido cayendo la contratación indefinida y hay menos empresas (10.000) que el mes anterior. El Gobierno se agarra a que es el menor incremento del desempleo desde el 2007, pero ni los sindicatos ni la oposición dan tregua ante la continuada destrucción de empleo que tanto la EPA de hace dos semanas, como los datos de los servicios públicos conocidos ayer ponen de manifiesto.

En pleno inicio de la precampaña electoral, el Ejecutivo tuvo ayer que sobreponerse a un incremento en el número de desempleados después de apostar con fuerza a que este será el año de la creación de empleo neto. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, y los dirigentes del PP intentaron poner paños calientes ante la unánime avalancha de críticas, asegurando con "respeto" a los buscan empleo, que la "tendencia es favorable" y fruto de la "incipiente reactivación económica emprendida por el Gobierno".

Juan Rosell, presidente de la patronal, calificó los datos de "mejor de lo esperado hace seis meses", por lo que mantuvo su apuesta de que el año se cerrará con la creación de 150.000 puestos de trabajo. Los datos oficiales muestran que la tendencia es hacia el empleo temporal, de prácticas o en formación. Son los contratos que más han subido en el mes de enero y en un año.

El fin de la temporada de Navidad ha contribuido al aumento de desempleados en el sector servicios, y son el comercio y la hostelería los que registran más bajada de la afiliación a la Seguridad Social, que es la que marca la situación del empleo.

También se ha frenado la disminución de afiliados a la Seguridad Social y la tasa anual queda plana, con apenas un incremento del 0,04%. Los sindicatos han señalado que el estos datos no permiten asegurar que la creación de empleo está cerca y ha alertado sobre el aumento de población en riesgo de pobreza. Para CCOO apostar por empleos precarios y mal retribuidos no va a solucionar el "grave" problema del paro. Por eso UGT reclamó un plan de choque contra el desempleo centrado en las personas con menores posibilidades de inserción.

La bajada del paro y de los afiliados ha reducido el gasto público en prestaciones en el 2013 el 14,2%. Casi el 50% de los parados registrados no cobra prestación por desempleo. Y el 50% de los beneficiarios recibe una prestación asistencial.