Los problemas de suministro derivados de la llamada crisis de los microchips (semiconductores) complican cada vez más el funcionamiento normal de la industria aragonesa. Bien lo saben en la planta automovilística de Stellantis (antes PSA) de Figueruelas, que tras haber parado su actividad productiva más de diez jornadas en lo que va de año por la escasez de estos componentes, ha optado por poner en marcha un expediente de regulación temporal de empleo (erte) para una parte de la plantilla. La empresa ha anunciado este jueves que aplicará esta medida durante un máximo de 50 días hasta final de año para 650 trabajadores que pertenecen a los departamentos administrativos y técnicos de la planta, es decir, en los puestos de oficinas, ingeniería o informática, entre otros.

Los empleados ligados directamente a la fabricación de vehículos y que trabajan a turnos quedan al margen, por ahora, de la suspensión temporal de contratos al contar con herramientas de flexibilidad laboral que permiten capear la situación. En este caso, cuando sea necesario volver a interrumpir la producción, se continuará utilizando el sistema de distribución irregular de jornada previsto en convenio colectivo. El cómputo general de días de paro técnico por la falta de suministro es de 11,5 de una bolsa global de 25, de manera que aún quedan un margen importante.

Eso sí, el goteo de jornadas de flexibilidad que se acumulan no cesa. La compañía ha anunciado nuevos paros de producción por el déficit de componentes que llevan integrados microchips. Las dos cadenas de montajes de la fábrica, de las que salen los Opel Corsa y Crossland X y el Citroen C3 Aircross, han vuelto a detenerse en el turno de noche del jueves y seguirán paradas al completo este viernes (mañana y tarde), el domingo y el lunes (mañana, tarde y noche).

La aplicación del erte, que se hará en el periodo comprendido entre el 1 de mayo y el 31 de diciembre del 2021, afecta a los empleados a turno central (de ocho de la mañana a cuatro de la tarde) no ligados directamente a la actividad de producción a turnos, así como el personal de estructura de funciones de staff (compras, servicios tecnológicos, finanzas o postventa, entre otros). La dirección de la compañía inició ayer el procedimiento para la puesta en marcha de esta medida y mantuvo una primera reunión con el comité de empresa para trasladarle la documentación justificativa. «Vamos a tratar de que la afección sea la mínima posible y ojalá no se tengan que aplicar todo los días del expediente», confió el presidente de la representación de la plantilla, Rubén Alonso.

Razones económicas y productivas

Las razones aducidas por la empresa para aplicar el ajuste laboral son económicas y productivas. «Los indicadores comerciales y logísticos ponen de manifiesto un importante desajuste entre el volumen de trabajo, los ingresos por fabricación y comercialización de vehículos y repuestos, y el volumen de personal de estructura y el resto de gastos fijos», explicaron fuentes de Stellantis. Esta situación, agregaron, «obliga inevitablemente a la empresa a ajustar la presencia de plantilla a estas nuevas condiciones y al volumen de actividad previsto para el corto y medio plazo».

Con esta decisión, Figueruelas sigue la estela de la planta hermana hasta finales del año. En la oficinas de Stellantis en Madrid también se ha acordado un expediente temporal para 90 personas.

Temor por el turno de noche

La medida no genera recelos entre los sindicatos, aunque sienten incomodidad por no poder trabajar con continuidad y sin sobresaltos. «Lo que más nos preocupa es si seguiremos teniendo los tres turnos de trabajo en las dos líneas», afirmó Chema Fernando, responsable de CCOO en la planta, que expresó su temor a que se suspenda uno de los dos equipos de noche si persiste en el tiempo la crisis de los microchips, lo que provocaría un excedente empleo que afectaría sobre todo al personal temporal y eventual.

CCOO pedirá que a los trabajadores afectados por el erte de las categorías 4 y 5, que están acogidos al convenio colectivo, se les aplique el sistema de flexibilidad laboral antes de mandarlos al paro temporalmente. También solicitará a la empresa que, ante la nueva situación, reactive las salidas incentivadas para los empleados de oficinas mayores de 61 años, un acuerdo que dejó de emplearse el pasado mes de enero.