Pocas veces negociar y acordar un expediente de regulación temporal de empleo (erte) fue tan amargo. La dirección y los sindicatos de Figueruelas sellaron este viernes las condiciones para que los más de 5.000 operarios de producción de la planta aragonesa dejen sus puestos de trabajo durante un máximo de 50 jornadas hasta el 31 de diciembre de este año. Pero lo hicieron a sabiendas de que hay suficientes pedidos como para trabajar no solo todos los días a plena capacidad sino también muchos de los sábados del 2021. Los clientes europeos esperan sus Corsa, Crossland X y C3 Aircross, pero no es posible fabricarlos porque los semiconductores (material hecho de silicio que está en la base de todos los componentes electrónicos) no llegan a la factoría. Y ese es el motivo por el que Figueruelas y el resto de las empresas auxiliares de Aragón viven un momento de máxima incertidumbre. 

Ahora la gran incógnita es cuándo volverá todo a la normalidad. Cuándo habrá microchips y cuándo la fábrica aragonesa podrá mirar de frente el reto de superar las 500.000 unidades al año. Los expertos aseguran que se tardarán meses y ese ha sido el motivo por el que se ha pactado un erte en la planta. «Ya habíamos agotado casi la bolsa de flexibilidad», por lo que el acuerdo «era muy necesario», subraya la responsable de la sección sindical de UGT en Figueruelas, Sara Martín, que recuerda que se habían empleado 23 de los 25 días de paros pactados por con la multinacional. 

«La empresa podía haber aplicado el ajuste de forma unilateral sin tener que implementar medidas sociales, pero siempre es mejor sentarse, negociar y llegar a acuerdos». Y así se hizo en tiempo récord. Esa es precisamente una de las pocas lecturas positivas que ha provocado esta coyuntura.

El acuerdo, que fue refrendado por UGT, CCOO, OSTA y CCP y rechazado por Stopel y CGT, fija condiciones «muy similares» a las logradas el año pasado y «de las mejores que se han conseguido hasta la fecha dentro de la fábrica», apuntó la responsable de UGT en la fábrica. 

La mayor novedad del pacto, que contempla paros de hasta 80 turnos por trabajador, es que quedan excluidas del ajuste los empleados relevados y los que tengan un contrato de duración determinada. Además, los nacidos en los años 1959, 1960 y 1961 podrán optar entre la aplicación del erte o bolsa de horas, lo que les posibilita no gastar desempleo de cara a una posible prejubilación.

El 80% del salario bruto

En cuanto a las condiciones económicas, Stellantis abonará a cada trabajador una indemnización que permita alcanzar el 80% del salario bruto, así como el 80% de las pagas extraordinarias. Como medida de acompañamiento social, los 27 días anuales de vacaciones no sufrirán modificaciones pese al erte. Además, se mantienen los 16 días de vacaciones pactados en la segunda parte del año (del 26 de julio al 16 de agosto y el 31 de diciembre), además de los ya disfrutados (el 5 de marzo en la línea 2 y el 5 de abril para toda la plantilla.

Por otro lado, los empleados que participen en programas de formación durante las jornadas de erte percibirán un complemento sobre la prestación por desempleo que suponga el 100% del salario bruto de tablas además del 100% de los complementos personales de puesto de trabajo y antigüedad del trabajador. 

El secretario de la sección sindical de CCOO en Figueruelas, Chema Fernando, subrayó que el acuerdo es «positivo» porque de los que se trataba era de buscar una solución al problema provocado por la falta de suministros.

La escasez de semiconductores se ha dejado notar especialmente en las últimas dos semanas en las que apenas se ha podido reanudar la actividad en la factoría zaragozana. Ayer mismo, la compañía trasladó a los sindicatos que tampoco podrá reanudar la actividad ni el domingo en el turno de noche ni en los turnos de mañana, tarde y noche del lunes próximo.

El escepticismo crece en todo el sector del automóvil porque no hay señales de mejoría en los suministros.