El sector de la automoción sigue sin poder despegar. Una de las actividades económicas más importantes de la comunidad y del país continúa asumiendo el enorme peso que supone la crisis de los microchips que ha vuelto a provocar parones en la producción de la planta de Stellantis de Figueruelas. La factoría aragonesa ha afrontado este viernes el primero de los dos paros previstos por la falta de componentes electrónicos. El parón en la actividad afectó principalmente a la línea 2, en los turnos de mañana y tarde.

No solo han sido pausas en la fabricación de vehículos durante este viernes, sino que además el lunes está previsto que paren de nuevo las mismas cadenas de trabajo, y también en el turno de noche del 11 de julio, según informaron desde el comité de la empresa. Se trata de una línea reincidente en el tiempo, ya que, sin ir más lejos, en el mes de mayo también tuvo que paralizar su actividad debido a la misma problemática.

En principio, la actividad se retomará este martes en el turno de noche, según informaron fuentes del comité de trabajadores, quienes recordaron que la falta de suministro está afectando a todos los fabricantes automovilísticos, no solo a los de la marca francesa cuya producción española se sitúa en la planta de Figueruelas o en la factoría de Vigo, en Galicia.

Stellantis, Renault, Volkswagen, Seat, Ford… Son algunas de las industrias que está sufriendo un gran bache debido a la crisis de los semiconductores. Hasta mayo, su impacto en Aragón se había traducido en la pérdida de 23 jornadas productivas en Figueruelas durante las últimas semanas y la aprobación de un expediente de regulación temporal de empleo (erte) de 50 días (a aplicar hasta el 31 de diciembre) que afectaba a más de 5.000 trabajadores del área de producción de la factoría aragonesa. A a ello había que añadir 600 personas afectadas por un erte en el área de estructura (oficinas y administración, entre otros).

La falta de suministro no solo ha afectado directamente a los fabricantes de los vehículos, sino que también se ha traducido todos estos meses en la aplicación de nuevos ertes en las empresas auxiliares que han afectado, al menos, a otros 5.000 trabajadores en la comunidad, según estimaciones del Clúster del Automóvil de Aragón (Caar).

La electrificación

Los microchips son elementos fundamentales para la construcción y puesta en marcha de los vehículos electrificados. En la actualidad, ya el 5% de los automóviles que ensambla en el territorio nacional Stellantis tiene un motor cero emisiones, y produce tres turismos que son 100% eléctricos. En lo que atañe a Aragón, la factoría de Figueruelas es la encargada de fabricar en exclusiva el Opel Corsa eléctrico de sexta generación.

En este contexto de movilidad sostenible, el consorcio automovilístico Stellantis, fruto de la fusión de los grupos PSA y FCA, realizará una inversión de 30.000 millones de euros en los próximos cinco años para electrificar todas sus marcas y desarrollar el software. La compañía apuesta por electrificar el 70% las ventas de sus modelos en Europa y un 40% en el mercado estadounidense con la mirada puesta en el año 2030, pero aquí en España y en concreto en Aragón, la crisis de los semiconductores, arrastrada desde el curso pasado, sigue obligando a paros en la producción.