Los aeropuertos españoles recuperarán el nivel de tráfico previo a la pandemia a finales de 2025, para llegar a registrar 282,5 millones de pasajeros en 2026, según el plan quinquenal de Aena (2022-2026), denominado Documento de Regulación Aeroportuaria DORA II, que ha sido presentado este miércoles por el Gobierno y que impone congelar en el próximo lustro las tasas que se cobra a las aerolíneas.

Esta estimación, que supone superar el récord logrado en 2019 de 275 millones de viajeros, incrementa en 16 millones el volumen previsto por Aena en su propuesta inicial del DORA, que contemplaba una subida de las tarifas aeroportuarias acumulada en los próximos cinco años del 5,5%, fundamentalmente por los costes sobrevenidos derivados de los requerimientos normativos de seguridad por la covid-19.

Fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han explicado que en el proceso de la elaboración del documento final no se han reconocido algunas partidas de costes como los citados, que se están analizando de manera encapsulada en otro marco jurídico, pero no se han incluido en este DORA, y quizá podrán recuperarse en el siguiente.

Es un proceso desde el punto de vista jurídico específico que también tendrá su procedimiento. Aena ha propuesta una cifra y habrá que ver qué partidas de ella se pueden reconocer como con derecho a recuperar, ha matizado la misma fuente.

El DORA, cuyo objetivo es dar certidumbre a las aerolíneas, a la propia Aena y a los inversores privados, es el documento que regula los servicios aeroportuarios básicos que son los prestados a aeronaves y pasajeros cuyos costes se recuperan a través de tarifas aeroportuarias, pero no regula los servicios comerciales.

Congelación de tarifas

Aena recupera a través de las tasas a las aerolíneas unos ingresos suficientes para hacer negocio razonablemente rentable, por lo que primero se tiene en cuenta los costes y la demanda y el coste de capital, y se busca un equilibrio razonable, han añadido desde el ministerio.

La congelación de las tarifas incrementará la competitividad de los aeropuertos españoles, ya que influyen en la toma de decisiones de las aerolíneas a la hora de situar sus aviones.

Las inversiones reguladas previstas en el DORA II ascienden a 2.250 millones de euros y, entre otras, se consideran especialmente relevantes las actuaciones que en materia de capacidad serán necesarias en futuros periodos regulados pero que se deben comenzar a lo largo de los próximos cinco años.

De hecho, en este quinquenio la capacidad de la red de Aena solo se incrementará en un millón de pasajeros, al pasar de la actual de 347 millones a 348 millones en 2026, después de que se invirtiera mucho en las dos últimas décadas.

De ahí la importancia de que se inicie la ampliación de los principales aeropuertos españoles, como el de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, en cuyo caso el proyecto se ha suspendido al no reunir suficiente consenso político, quedándose fuera del DORA II.