Un informe elaborado por Ebrópolis, en colaboración con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), revela grandes diferencias en la dinámica demográfica y socioeconómica en los municipios zaragozanos.

Una provincia sobreenvejecida donde la población crece gracias a la inmigración y en la que existen grandes desequilibrios socioeconómicos entre municipios es la imagen que ofrece el último informe de "Indicadores básicos de la provincia de Zaragoza", realizado por Ebrópolis en el marco de colaboración con la Diputación de Zaragoza.

Ebrópolis, responsable de la Estrategia Zaragoza +20 y su seguimiento a través de la publicación de informes anuales, complementa estos estudios al ofrecer una visión global de la situación demográfica y socioeconómica tanto de la Comarca Central, como de las cabeceras comarcales de la provincia y de los municipios del entorno de Zaragoza.

El estudio recoge una serie de marcadores que abarcan aspectos sobre población, indicadores demográficos, socioeconómicos y de usos del suelo, ha indicado Ebrópolis en una nota de prensa.

Así, se observa que los municipios más pequeños de la provincia continúan perdiendo población y no existe relevo generacional que revierta esta tendencia y son, además, los más envejecidos. Las grandes diferencias entre municipios se manifiestan en este ámbito, ya que la población de la Comarca Central tiene una edad media por debajo del dato de la provincia y de Aragón y es de las menos envejecidas, al mismo tiempo que su población ha crecido un 18,7% desde el año 2000.

En general, la Comarca Central presenta valores "más positivos" en su estructura sociodemográfica que el total de la provincia y de Aragón con población menos envejecida y dependiente.

Evitar guetos

La población extranjera se asienta sobre todo en las capitales de comarca y es responsable del crecimiento de su población, pero estos municipios necesitan apoyo para gestionar esta llegada y evitar situaciones de "guetización".

Esta llegada de inmigrantes se asocia a una mayor tasa de actividad agrícola: es el caso de Ricla, localidad con mayor proporción de personas extranjeras, con un 38,8 por ciento; seguida de La Almunia de Doña Godina y Longares --con un 31,5 y un 31,4%, respectivamente--. El listado se completa con Alfamén que tiene un 49% y Ricla llega al 41,8%, y, además, aglutinan el mayor porcentaje de alumnos extranjeros, seguidos por Caspe con un 32,4%.

En el ámbito socioeconómico se analiza la renta media neta por persona; la afiliación general a la Seguridad Social y por sectores de actividad. De estos datos se extrae que el 71,1% del total de actividades desarrolladas en la provincia pertenecen al sector servicios, aunque hay municipios eminentemente industriales, como Figueruelas, que tiene un 92,6% de las afiliaciones totales; o agrícolas, como Ricla, con un 67,1%.

También se observa cómo la pandemia de coronavirus ha afectado por un lado al número de afiliaciones a la Seguridad Social, que ha sufrido un ligero descenso, aunque menos acusado que la media regional. Asimismo, se ha visto modificado ligeramente su reparto por sectores de actividad.

En cuanto a la renta neta media los municipios con valores más altos, que superan los 13.500 euros, son por este orden: Mozota, Perdiguera, Zaragoza, Figueruelas y Villanueva de Gállego. Por el contrario, los que menos perciben, por debajo de los 10.000 euros, son Ricla, Urrea de Jalón, Longares, Caspe e Illueca.