La empresa estadounidense Raven SR ha anunciado esta semana sus planes para construir en Aragón una planta de producción de hidrógeno a partir de residuos, lo que requeriría de una inversión de 30 millones de euros.
¿Qué es la empresa Raven SR?
Es una corporación americana creada en 2018, una empresa global centrada en avanzar hacia la sostenibilidad y la descarbonización. La tecnología ha estado en el mercado desde hace décadas. De hecho, la desarrolló un familiar mío. Tras evaluar la situación, consideré era el momento de impulsar el proyecto y decidí comprar la tecnología. La visión inicial estaba enfocada en el biodiésel y combustible sostenible para la aviación, pero a partir de 2019 también en el hidrógeno viendo el auge tiene a nivel internacional. El año pasado lanzamos una ronda de financiación en la que entraron como socios la multinacional Chevron, el comerciante japonés Itochu Corp, la empresa de movilidad de hidrógeno Hyzon Motors Inc y el fondo Ascent Hydrogen Fund. También nos acompañan para la expansión de la empresa a Europa que empieza por Aragón. Y recientemente también hemos conseguido la entrada la coreana Samsung.
¿Cómo se consigue generar hidrogeno a partir de residuos?
La tecnología es una alternativa a la incineración realmente innovadora. Aquí no tiene lugar ese tratamiento tradicional de combustión de residuos, es una tecnología totalmente limpia. La planta tendría unos 10.000 metros cuadrados y generaría 5 toneladas de hidrógeno al día con 70-75 toneladas de residuos. Raven tiene su matriz en Wyoming, que es uno de los estados más importante en producción de energías renovables y donde existe una gran concienciación medioambiental.
¿Qué proyectos tienen ya en marcha?
Ya tenemos en construcción dos plantas industriales en California que estarán en funcionamiento este mismo año.
¿Ha llegado la hora del hidrógeno?
Definitivamente sí. Ha llegado el tiempo del hidrógeno con inversiones sostenibles y viables. De hecho, nuestra visión es implantar proyectos relativamente pequeños, pero cercanos a la materia prima, en nuestro caso a los residuos y al consumidor final. La transición, obviamente, va a llevar años, pero estamos ya en ella y queremos ser parte de la misma. La crisis energética actual va a acelerar este cambio.
¿Por qué se ha elegido Aragón?
Por muchas razones y todas positivas. Aragón es una de las regiones líderes en hidrógeno a nivel europeo. Cuenta además con un peso industrial importante y una masa crítica de empleo cualificado y disponible. Otro aspecto relevante es que tiene un sector de logística y transporte muy fuerte, que tendrá que dar una transición lógica hacia la descarbonización. Es muy atractivo para Raven estar cerca de los potenciales clientes. Y además es un territorio muy bien posicionado y conectado a nivel europeo y sería fácil suministrar el hidrógeno a otras partes.
¿A qué clientes se destinaría el hidrógeno producido?
Para movilidad, tanto para camiones de transporte de larga distancia como para el consumidor final. Si no tenemos certeza de que vamos a tener hidrógeno en una gasolinera próxima, nadie se va a comprar un coche de hidrógeno y no lo verá como una solución real. También estamos alineado con la estructura de gasoducto que va a venir y que defiende el Gobierno de Aragón. Podrá ser una opción de inyectar hidrógeno en la red que conecta con otras regiones y Europa para descarbonizar el gas.
¿Qué hace falta para que el proyecto de Aragón sea una realidad?
He venido a Zaragoza por segunda vez y estamos haciendo todas las labores necesarias para la implementación el proyecto, como identificar la ubicación ideal o buscar los socios locales más adecuados. Esta fase previa la queremos hacer este año y en el siguiente iniciar la construcción de la planta y la instalación de todos los equipos para poder empezar la producir en unos dos años, a finales de año o principios de 2024.
¿Qué ubicaciones se valoran?
La provincia de Zaragoza. Podría ser en la misma ciudad o el extraradio, porque la planta no contamina y no tiene ningún hándicap.
¿Qué apoyo institucional están teniendo en Aragón?
Tenemos el apoyo del Gobierno de Aragón, que es un aliado de gran ayuda. No acabamos de adherir además como socios de la Fundación de Hidrógeno de Aragón. Raven también se está moviendo a nivel europeo para obtener fondos. Forma parte de un proyecto y de un consorcio europeo relacionado con el instrumento interregional de inversión en innovación (I3). Nuestra intención es también optar al PERTE de hidrógeno.
¿La iniciativa entre en competencia con otras?
Somos complementarios a los proyectos que hay a nivel regional y nacional porque nuestra tecnología no está basada en electrolizadores, que es lo que más se ve en el mercado. Nuestra tecnología ayuda a valorizar un residuos que de otra manera podrían acabar en un vertedero, les damos valor y los transformamos en hidrógeno. Lo importante es que todo ese pool de proyectos haga que el precio del hidrógeno sea competitivo.
