Banca

Rosendo Ortí: "Que no haya ruido de fusiones en las cajas rurales es porque las entidades están bien"

Como entidad "ética", Caixa Popular remunera los depósitos de sus clientes de la misma forma que elevó los tipos del crédito con la subida de intereses

Rosendo Ortí.

Rosendo Ortí. / J.M. López

Jordi Cuenca

Rosendo Ortí tiene fecha de caducidad como director general de Caixa Popular: marzo de 2025. Son las normas en la cooperativa: coincidiendo con la edad de jubilación. Aunque cabe la opción de buscar fuera a su sucesor, el ejecutivo tiene claro que el nuevo director general será alguien de su equipo. Ortí es de Torrent, donde nació en 1958. Estudió Económicas previo pacto con su padre de que no se orientaría hacia la banca.

Su progenitor era empleado en una pequeña entidad financiera, el Banco Aragón, que con los años acabó integrado en el grupo Santander «y siempre me decía que, cuanto más grande es el banco, peor estamos. No nos tratan como personas». Su consejo era que montara su propia empresa. Pero Rosendo Ortí se casó joven con la novia de toda la vida, necesitaba empleo y una «casualidad» le llevó a ver una oferta como economista en Caixa Popular. Le gustó el concepto, entró y en 2009 accedió a la dirección general.

Caixa Popular es la segunda cooperativa de crédito de la Comunitat Valenciana tras la Central de Orihuela, aunque se pisan los talones. ¿Hay voluntad de lograr la primera plaza?

No, nosotros no trabajamos por ser los primeros. Trabajamos por ser cada vez los mejores. Con la Caja Rural Central este año casi acabamos en niveles parecidos de activos totales, beneficios y oficinas. Para nosotros son primos hermanos y es un aliciente el, a veces en los rankings, intentar pasarlos, pero nuestro objetivo es ser cada vez una entidad mejor y que los clientes nos lo valoren así.

¿Qué números baraja de cierre de 2023?

A grandes rasgos, acabaremos sobre unos 30 millones de resultados brutos. En activos medios estamos en 3.000 millones. En inversión a clientes, en casi 2.000 y en pasivo estamos casi en 3 .000 millones.

¿Qué proyectos de crecimiento tiene en estos momentos Caixa Popular?

Este año tenemos previsto abrir dos oficinas en Utiel y en Buñol para reforzar toda aquella comarca, donde no teníamos demasiadas oficinas. Luego, a nivel de crecimiento de balance, este año la inversión, con los precios tan altos, la política prudente que seguían las empresas y la prudencia que nos exigía el Banco de España en la concesión de riesgos, ha crecido un 3%, que para una entidad como la nuestra, que estamos acostumbrados a crecer por encima del 12%, ha sido un ritmo bajo. Eso en 2023. En 2024, el planteamiento que hacemos es que tenemos que crecer el 10% en inversión. ¿Por qué? Muy fácil, porque este año en la cuenta de explotación el margen de intermediación se ha nutrido básicamente de la política monetaria que ha marcado el Banco Central Europeo con la subida de tipos de interés. Ya se ha anunciado que a partir de mayo los tipos van a bajar, incluso se adelantan bajadas de seis veces el 0,25 %, con lo cual ese influjo de los tipos de interés en el margen no va a haber. Por lo tanto, tenemos que volver a los ingresos recurrentes que da la inversión.

Durante unos años ha primado la concentración, la búsqueda de ganar tamaño en el sector financiero, pero algunas entidades, como Caixa Popular, se han resistido. ¿Por qué?

Bueno, al ser una cooperativa de trabajo asociado, donde la propiedad está en manos del colectivo de trabajo, somos dueños de nuestro destino y, por lo tanto, a nosotros no nos marca la política ningún gran grupo financiero o un grupo empresarial. Nos marcamos la política de crecimiento que consideramos que podemos hacer con prudencia, con atrevimiento también, porque somos una entidad que no renuncia nunca a crecer. Entonces, no tenemos ningún objetivo de ser más grandes. Estamos en un grupo financiero que es la Asociación Española de Cajas Rurales, que nos permite equilibrar el ser una entidad pequeña y dinámica con estar en un gran grupo financiero. Toda la estructura que te daría el volumen si tú estuvieras en procesos de concentración, lo tienes a través del grupo con un modelo federado. La idea es como el mecanismo de la Comunidad Europea. Es decir, Caixa Popular dentro del grupo sería como España en la UE.

No ha vuelto a oirse nada sobre fusiones o absorciones en las cajas rurales. ¿Por qué? ¿Habrá en el futuro?

El Banco de España genera procesos de fusiones o da mensajes de fusiones cuando las entidades van mal o tienen problemas. El que no haya en este momento ruido de fusiones es porque las entidades están bien y al Banco de España nuestro grupo le da mucha tranquilidad porque tenemos normas internas de prudencia muy importantes. Por eso no hay presiones y no habrá en el futuro inmediato.

¿Cuáles son las perspectivas económicas que baraja Caixa Popular?

Parece que vamos a un nivel de crecimiento del PIB flojito. La inflación parece que se va a controlar. La clave es la generación de empleo. Es decir, este año, si los números están saliendo bien es porque el empleo no ha tenido repercusión. Mientras se mantenga la tasa de empleo y la gente trabaje, los otros problemas son solventables. ¿Qué escenario contemplamos?. Sabemos que la tasa de mora se va a incrementar. Hay que tener en cuenta el efecto de los ICO. Todo eso se va acabando y puede haber empresas en determinados sectores que pueden tener problemas. Nosotros ayudamos alargando plazos, refinanciando, pero al final algunas empresas tendrán problemas y no podrán pagar y entrarán en mora. Nosotros hemos proyectado un escenario para este año donde la mora se incrementa y, por lo tanto, tenemos que seguir con la política de provisionar bien para que la cuenta de explotación no quede afectada.

¿Están notando un parón en la inversión inmobiliaria?

No hay proyectos en este momento importantes de promociones inmobiliarias, a pesar de que hay oportunidades. ¿Por qué?. La gente, con los costes financieros como están, hace muy bien los números. También hay otro problema en el mundo de la promoción y de la construcción y es los ajustes de los precios finales. Es decir, con la variabilidad que hay en las materias primas, en los materiales, a veces es complicado cerrar proyectos de inversión y, cuando algún promotor o constructor se acerca a nosotros, necesitamos tener presupuestos cerrados y a veces eso es complicado porque te dicen «es que estamos hablando a 18 meses vista y yo no sé el aluminio, yo no sé los cristales, yo no sé el cemento». Imagino que está frenando políticas de inversión en determinados grupos.

Pero luego la gente sí que tiene una necesidad perentoria de encontrar casa.

La gente está retrasando las decisiones de compra de vivienda. Es decir, se está yendo al alquiler, porque meterse en préstamos hipotecarios con los precios como están... Mucha gente se lo está planteando. Igual que la compra de segundas residencias, apartamentos, chalets. También la gente en una coyuntura de incertidumbre, de tipos de interés y de qué va a pasar en la economía, pues es prudente.

Los jóvenes están teniendo serios problemas para comprarse una vivienda, entre otros motivos porque carecen del nivel necesario de financiación. ¿Está haciendo algo específico Caixa Popular a ese respecto?

Para los jóvenes tenemos hipotecas flexibles con plazos largos. El problema de los jóvenes es que no tienen capacidad de ahorro y la parte inicial que tienen que aportar no les alcanza. Nosotros no podemos financiar la compra de una hipoteca al 100%. Es decir, la persona que se mete en una compra hipotecaria tiene que aportar de sus recursos un porcentaje y nosotros con los jóvenes somos flexibles en los porcentajes que pueden aportar en función de la situación económica de cada joven. No es lo mismo un joven que tenga un empleo muy variable a un joven que tenga un empleo más consolidado. Lo que pasa es que los números globales de los ingresos, cuando tienen su política de vida, que no quieren renunciar a redes sociales, al ocio, no les llega para todo, porque los salarios son bajos y entonces ellos sí que están tomando decisiones de posponer las hipotecas. En nuestra época era normal embarcarte en préstamos hipotecarios con 25 o 26 años. Ahora estamos viendo que ese rango de edad se está trasladando a los 35. La gente, igual que pospone el nacimiento de los hijos, pospone también la compra de vivienda.

Los bancos se resisten a remunerar los depósitos a pesar de que los tipos de interés están en el 4,5 %. ¿En qué posición está Caixa Popular?

Tomamos hace tiempo una política diferente, porque decimos que somos una entidad ética, solidaria, transparente y procuramos ser coherentes entre lo que decimos y las políticas que aplicamos. Cuando subieron los tipos de interés, igual que subimos los tipos del activo, subimos los tipos del pasivo y hace tiempo que estamos remunerando el pasivo. De hecho, este año hemos crecido en plazos fijos una barbaridad. ¿Por qué? Porque éramos la única entidad que estaba pagando el plazo fijo a un precio muy interesante. Hemos llegado a pagar plazos fijos en función de los importes y los plazos hasta el 3,25 %. Hemos sido éticos, es decir, no nos parece bien trasladar la subida de precios al activo en las operaciones de inversión y no hacerlo en el pasivo. La banca alardea en el sentido de decir ‘no voy a pagar el pasivo porque tengo mucha liquidez y no necesito el pasivo’. Claro, es que no es cuestión de necesitar o no, es cuestión de ser éticos en tu política comercial. Es decir, si tú vas a tener más ingresos porque los tipos te suben, lo correcto es que al ahorro lo remuneres.

Caixa Popular se singulariza por no estar volcada en el mundo agrario como sí lo hacen las rurales y, por tanto, por penetrar más en las ciudades de tamaño medio. ¿Qué hace para reducir la exclusión financiera?

En pequeñas poblaciones no estamos. Tenemos una red de 77 oficinas y hemos ido a las poblaciones donde más oportunidades hemos visto. Tenemos muy poquitas oficinas en plazas de menos de 15.000 habitantes.No tenemos oficinas en poblaciones pequeñas. Las dos más pequeñas que tenemos son Rafaelguaraf y Olocau. El resto las tenemos en poblaciones de más de 15.000 habitantes. Todavía nos quedan poblaciones de rango alto. La estrategia nuestra es que, cuando esas poblaciones estén agotadas, empezaremos a ir a poblaciones más pequeñas.

La entidad ha buscado en los últimos años entrar en la financiación de grandes empresas. ¿Lo ha conseguido?

Es un proceso que ha ido ligado a la notoriedad de la entidad. En el mundo de las empresas pasa como con las personas. Lo que no se conoce no se puede querer. En las grandes empresas éramos los grandes desconocidos. Cuando hemos tenido la oportunidad de que nos conozcan se quedan sorprendidos porque nuestro modelo es curioso y diferente y, cuando, además de conocerte, te dan la oportunidad de entrar en el pool, se quedan más sorprendidos porque se dan cuenta de que somos una entidad muy profesional, muy competitiva, muy flexible y que nos adaptamos muy bien. Entonces, nosotros tenemos muchas oportunidades porque en el posicionamiento de grandes empresas estamos muy bajos y en la medida que vamos trabajando con grandes empresas y entre ellos se lo van comentando, nos llegan oportunidades.