El cultivo del cereal de invierno representa una de las actividades económicas más importantes de la comunidad, al menos en el sector agroalimentario. La campaña de recogida de este producto será peor que la del año pasado, pero es que los precedentes de 2020 hablan de una campaña «excepcional, de récord» que hace que la comparación sea difícil en cualquier caso. Se espera que el resultado final de la actividad se cierre en los 3,5 millones de toneladas frente a los 4,1 del ejercicio pasado, un 15% menos, pero aseguran que «ha ido globalmente bastante bien».

«El año pasado fue excepcional, tanto en España como en Aragón. A nivel nacional será sobre la sexta mejor cosecha de la historia, y en Aragón parecido. Una buena campaña dentro de que no es excepcional, pero el año pasado fue de récord y parece que este año no ha hecho tanto volumen», indica el responsable del sector del cereal de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón (Faca), Paco Naval.

Los regadíos de cebada han respondido «muy bien», en lo que se refiere al cultivo de secano «ha habido de todo», pero Naval asegura que la calidad «ha sido buena» porque aunque ha llovido poco, «si hubiera caído más agua hubiera sido de récord, pero el mes de mayo no acompañó». La producción de cereales aumentó un 22% en 2020, según los datos que ofrecieron desde el Gobierno de Aragón hace unas semanas sobre los resultados del sector el año pasado. De la producción agraria total aragonesa en 2020, un 15% correspondía a la cosecha de cereal. En lo que se refiere a cultivos herbáceos, Aragón produjo el año pasado 871.000 hectáreas de cereales, 144.000 de forrajes.

La climatología

El mal tiempo, desde la borrasca Filomena hasta las fuertes granizadas ocurridas en junio, ha lastrado la producción aragonesa. No obstante, este último fenómeno meteorológico fue muy «localizado», es decir, las tormentas ocurrieron en lugares muy concretos y el cultivo del cereal pudo salvar la producción. No todos, porque también hubo afectados. «Al que le ha pillado la granizada le ha fastidiado y ha cogido muy poco. Hay zonas en las que no ha caído, pero ha habido otros lugares de la comunidad en los que ha llovido más. Las tormentas han sido localizadas y eso no quiere decir que haya arrasado la cosecha. Todos años, cae granizo», puntualiza Naval.

A pesar de todo, los precios en el mercado se mantienen estables e incluso mejoran respecto a la campaña pasada. «Estamos globalizados totalmente en cuanto a precios, y al mundo le supone muy poco. Este verano están mejor que el año pasado», comenta el responsable del sector del cereal en la Faca.

Aragón tiene mucha relevancia en el mercado nacional e interfiere también en los mercados internacionales. De hecho, para la comunidad «los cereales son el sector más importante en cuanto a agricultura», enfatiza Paco Naval. Un crecimiento y una importancia que no puede entenderse sin el auge de la ganadería. «Tenemos una importante industria transformadora que es la ganadería, que convierte el cereal en carne. La ganadería ha subido mucho y nosotros somos la base de esa actividad», sostiene.

La cebada, fundamental

Este cultivo herbáceo tiene un nombre propio en Aragón, la cebada. Es la plantación que más volumen de producto genera, con unas previsiones este año de 1,7 millones de toneladas recogidas. Por otro lado, también destacan el trigo blando, con medio millón, y el trigo duro 150.000 toneladas, cultivo que «ha bajado».

«A lo mejor ha habido menos siembras, pero esperamos a que estén los datos de la PAC que son más fiables y no los tenemos aún. Puede haber bajada de algún producto y también alguna subida, pero son estimaciones», reconoce Naval.