Uno de los principales retos que afronta actualmente la humanidad es el cambio de un modelo económico y energético basado en el uso de combustibles fósiles como el petróleo o el carbón, a otro donde solo se utilicen fuentes de energía limpia. Entre estas, además de las energías renovables como la eólica o la solar, se encuentra la energía nuclear, que en su funcionamiento no envía a la atmósfera dióxido de carbono ni otros gases contaminantes. 

Una central nuclear produce energía eléctrica mediante un proceso físico: la fisión del átomo de uranio. Al no quemar combustibles fósiles, las centrales nucleares no emiten dióxido de carbono durante su operación. Sin embargo, el tipo de combustible que utilizan, materiales radioactivos, puede causar graves daños en el medio ambiente y la salud en caso de producirse un accidente en las instalaciones.

Chernóbil, la mayor catástrofe nuclear de la historia

Este 2021 se cumplen 35 años del accidente en la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, el mayor desastre nuclear de la historia, y una década desde el desastre en la central nuclear de Fukushima, en Japón, tras un terremoto y un tsunami. Ambos accidentes han causado daños en el medio ambiente que tardarán siglos en repararse, además de problemas en la salud de las personas y miles de desplazados, que han tenido que abandonar sus casas por estar muy cerca de las centrales.

Naciones Unidas estima que la catástrofe de Chernóbil, ocurrida el 26 de abril de 1986, provocó 50 muertes directas aunque son muchos los estudios que hablan de un aumento de la mortalidad y de los casos de cáncer entre quienes vivían cerca de la zona, sobre todo en niños y adolescentes.  Además, el accidente provocó la contaminación de los ecosistemas y zonas de cultivo cercanas a la central, donde se estableció una zona de exclusión, de varios kilómetros de radio, que todavía hoy sigue deshabitada por los altos niveles de contaminación.

La ciudad de prípiat, junto a la central de Chernóbil, sigue deshabitada por los altos niveles de contaminación. EL PERIÓDICO

A favor y en contra de la energía nuclear

El aniversario de este accidente, unido al de Fukushima, ha reabierto el debate sobre la seguridad de la energía nuclear y de sus instalaciones, entre quienes apuestan por mantener los parques nucleares y quienes piden que se desmantelen totalmente.

En España hay actualmente en funcionamiento cinco centrales nucleares. Las más cercanas a Aragón son las de Ascó y Vandellós, en la provincia de Tarragona. Según el Foro de Industrias Nucleares de España, el 22% de toda la electricidad que se produce en España procede de la energía nuclear y esta representa el 34% de la electricidad procedente de energías limpias. 

«La energía nuclear no solo contribuye a reducir las emisiones contaminantes --indican desde el foro--, sino que también produce grandes cantidades de energía para satisfacer la creciente demanda de energía y el desarrollo del futuro».

¿Por qué ocurrió el accidente en Chernóbil?

Desde el punto de vista de la seguridad, aseguran que «las centrales nucleares están sometidas a un estricto control al que no están sometidas otras actividades industriales» y que el accidente de Chernóbil se debió «a una combinación de un mal diseño de la central y la falta de un organismo regulador, junto con los errores cometidos por los trabajadores en el transcurso de un experimento». 

Además, añaden que el accidente en la central ucraniana marcó un antes y un después en la seguridad de la energía nuclear, con la creación de organismos reguladores como la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO) y el impulso a los programas de mejora de las centrales en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.

Sarcófago construido sobre la central nuclear de Chernóbil para contener la radiación. EL PERIÓDICO

El riesgo de las centrales nucleares

Pero para Ecologistas en Acción, el accidente de Chernóbil puso de manifiesto el «enorme riesgo de mantener centrales nucleares en funcionamiento» y mostró que «los efectos de un posible accidente superan las fronteras y se extienden a otros países». De hecho, la nube radiactiva recorrió gran parte de Europa, y según algunos estudios, la cifra de víctimas de la radiación, especialmente entre los liquidadores que lucharon contra el accidente, se acerca a 200.000.

Desde la organización ecologista insisten en que «la única forma de evitar futuros accidentes es proceder al cierre escalonado de las centrales nucleares lo antes posible». Por ello piden al gobierno que desmantele las centrales nucleares que operan actualmente en España, sobre todo la de Santa María de Garoña (Burgos), «la más antigua e insegura del país».

Apuesta por las energías renovables

La entidad que trabaja en defensa del medio ambiente afirma que «la gran cantidad de electricidad que producen las centrales nucleares no compensa el riesgo que suponen». Una muestra son los accidentes de Chernóbil y Fukushima, que suponen «un fracaso de la energía nuclear y del sentido común».

Por eso, ven «necesario y urgente poner en marcha una transición energética que elimine los combustibles fósiles y la energía nuclear y permita transitar hacia un modelo basado en el ahorro, la eficiencia y la energías renovables».

Contenedores para almacenar el agua radioactiva junto a la central nuclear de Fukushima en Japón. EL PERIÓDICO

El agua de Fukushima, una gran preocupación

Hace 10 años un terrible terremoto en Japón disparó una crisis en la central nuclear de Fukushima, al este del país. Debido a las medidas tomadas para contener el desastre, hoy hay más de un millón de metros cúbicos de agua radiactiva acumulada en la central. El agua radioactiva se ha convertido en una gran preocupación. Como los reactores siguen activos, cada día se necesita gran cantidad de agua para enfriarlos. La empresa que gestiona la central ya ha anunciado que se quedará sin espacio para almacenarla en el 2022 y quiere verterla al océano. El gobierno nipón está de acuerdo y tiene previsto lanzar 1,24 millones de toneladas de agua radioactiva al mar, lo que podría tener un grave impacto en el mundo marino