'La Azucarera, en breve': los micropoemas de unos estudiantes de Zaragoza para plasmar lo que llevan dentro
El IES La Azucarera ha realizado un proyecto de escritura creativa con su alumnado de 1º de Bachillerato
La Azucarera, en breve es un proyecto de escritura creativa que se desarrolla en la asignatura de Literatura Universal de 1º de Bachillerato, por parte del alumnado del IES La Azucarera de Zaragoza. Estos son algunos de los micropoemas creados dentro de dicho proyecto.
Cuanto más ayudo, más amo.
Cuanto más amo, más me decepciono,
como el monstruo que un día fue depreciado.
Flores aparecidas,
flores caídas
y desaparecidas.
Opresión de los estudiantes,
como sin luz en la noche.
Esto supera la ficción,
debe ser la realidad.
Ángela Arbués
Un profesor que enseña,
unos alumnos que oyen
y unos exámenes que clasifican.
El cielo nublado
entristece mi alma
y mis penas renacen.
En una noche de invierno
en la que la oscuridad espera
y mi cuerpo despierta.
Gabriela Caicedo
Habiendo calma,
la más mínima brisa
parece viento.
Llega el otoño,
desnudos los árboles,
los golpea el viento.
Alejandro Campos
El cielo nublado,
como mi mente,
no me deja ver,
la realidad
que tengo de frente.
Sentada en un banco,
veo mi vida pasar,
mientras el mundo
se transforma.
Con el cielo nublado,
pero con la mente
despejada.
Llorando me desahogo,
triste realidad,
como el río cuando
desemboca en el mar.
Amor no correspondido
triste frustración.
Sin él no me siento,
la misma yo.
Sandra Guerri
El agua de los charcos
poco a poco me engulle.
Lucho contracorriente,
pero en el abismo
me sumerjo
y en la oscuridad caigo.
La fotocopiadora,
copiando la realidad,
nunca alcanzará
la total verdad.
Las hojas caen,
el cielo ya llora,
el viento susurra,
el otoño se asoma.
Yo te recuerdo,
pero tú no volviste;
yo, que entre hojas me pierdo,
tú que con la primavera te fuiste.
Dos corazones unidos
Dos corazones separados
Dos almas que se buscan
Dos almas que se odian
Dos son los que se enamoran
Uno es el que odia al final
Uno es el que olvida sin más.
Vega López
El otoño llega,
el árbol desnuda
y el viento las hojas golpea.
Como las nubes negras,
mi alma se desconsuela
y mi corazón llora.
El peso del pasado
me tiene atemorizado
y me hunde en el presente.
Alejandra Martínez
Cuanto más pides, más te debes,
cuanto más ignoras, más ganas
y cuanto más creas, más destruyes.
Del fuego, el ladrón.
Castigado por un halcón,
Prometeo salvación.
Los bancos del patio,
esperando a ser útiles
esperando a ser aplastados.
Esperándote en la ventana,
llegas tarde para cenar,
llorando con la brisa marina
olvidando que no ibas a volver.
La felicidad de terminarlo todo.
La felicidad de saberlo todo.
Cuando, en realidad, es solo el comienzo.
No se sabe cuándo comenzó.
Irene Mata
Fue reconfortante escuchar
las paulatinas pisadas de mi perro,
antes de recordar que había fallecido ayer.
Werner Meléndez
Verde verano,
naranja de otoño.
Lo llaman tiempo.
Víctor soy,
a Víctor entiendo.
Yo también he creado un monstruo,
pero el mío vive en un espejo.
Ríe libre, Prometeo,
por la injusticia de tu encierro.
Llora libre, Prometeo,
por la consecuencia
de tu empeño.
Victoria Ortega
Hojas cubiertas
por agua turbia,
encapsuladas en ella.
El típex no borra,
solo maquilla errores,
pero sí ayuda a corregirlos…
Escaleras,
donde yo decido
¿subir o bajar?
Karla Pérez
Empieza el otoño,
las calles desnudas
se visten de hojas.
El sol de diciembre,
como un silencio en el ruido,
un momento de paz.
Marta Puente
Me arriesgaré como Prometeo,
por conseguir tu amor entero.
El viento llega,
el pelo desordena
y mi cuerpo hiela.
El triste invierno,
con sus brazos me acompaña
y su frío me abraza.
Niebla opaca,
brillante nieve,
invierno oscuro.
Luna Puyol