El alumnado del Colegio La Salle Gran Vía de Zaragoza se inspira para su futuro con la historia de tres mujeres

Para los estudiantes, Bachillerato supone todo un desafío, no solo por la exigencia académica, sino también por el hecho de que es una etapa llena de decisiones. Muchas de ellas afectan a su futuro, y sería muy difícil tomarlas sin referentes. Por esta razón, en el Colegio La Salle Franciscanas Gran Vía de Zaragoza se ofrece orientación a sus alumnos desde 1º de Bachillerato.

Con motivo del Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, los estudiantes de este curso hemos asistido a una ponencia de tres mujeres que son referentes en los ámbitos científico, tecnológico y humanístico:

Ana López, que es madre de dos alumnos del centro, se licenció en Farmacia y trabaja en la rama de la Microbiología, una especialidad por la que nos consiguió transmitir su gran pasión. Pilar Alamán, exalumna del colegio y sobrina de nuestra profesora Ana Aguilar, se graduó en Ingeniería de Tecnologías Industriales y obtuvo el doctorado en Ingeniería Biomédica, ámbito en el que trabaja investigando sobre la regeneración ósea. Y Raquel Casanovas, que es la mujer de nuestro profesor Sergio Calavia, estudió la carrera de Humanidades y en su tesis trató la accesibilidad a la cultura para personas con discapacidad auditiva y visual.

Mostrar referentes para despertar vocaciones

Además de ayudarnos en cuanto a la orientación y darnos a conocer sus trabajos, nos enseñaron sobre la cantidad de vueltas que da la vida y que podemos encontrar nuestra pasión en el ámbito que menos esperamos. De ellas hemos aprendido que hay más de un camino para conseguir nuestras metas, siempre y cuando las persigamos con dedicación y esfuerzo, y que la vocación va unida a la disciplina.

Estas tres mujeres nos han servido de inspiración, y se han convertido en nuestros referentes. Es esencial recordar el papel que las mujeres han jugado en distintos ámbitos, y cuyos nombres han estado en la sombra a lo largo de los años. Ahora es el momento de sacar sus historias a la luz, para que puedan convertirse en figuras que despiertan la vocación de los más jóvenes; y no solo en el Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, sino siempre.