Un día de campaña con Diego Loras (Teruel Existe): "No esperaba estar aquí. ¡Acababa de mudarme!"

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN se sube a la caravana electoral de los cabezas de cartel de las elecciones del 23 de julio. Hoy, Diego Loras, el candidato de Teruel Existe al Congreso con apenas 27 años, asesor de Guitarte en el Congreso, asiduo a la misa dominical y ‘viejoven’ declarado

Hay dos Diegos Loras vertebrando la campaña electoral de Teruel Existe. Uno tiene 27 años, estudió económicas e hizo seminarios en Harvard y Nueva York, ha sido el asesor de comunicación de Tomás Guitarte en el Congreso de los Diputados y ahora aspira a coger su testigo a partir del 23 de julio. El otro es su padre, un maestro jubilado hace un par de años y reconvertido ahora en el chófer del candidato durante estas dos frenéticas semanas en las que quieren recorrer los 14 809 kilómetros cuadrados de tierras turolenses. Que nadie se equivoque: Loras senior encantado. «Si es que a Diego ya se le veían las maneras. Una vez un profesor le tuvo que recordar que era él quien daba la clase», cuenta el padre. Loras hijo contesta, un poco vergonzoso: «Sí, sí, es verdad: el de Conocimiento del Medio».

Es viernes 14 dejulio, el penúltimo de la campaña electoral, y suena Joaquín Sabina y La Ronda de Boltaña en el coche familiar de los Loras, cargado hasta los topes de programas electorales y carteles que reparten casi vecino a vecino por todas las comarcas turolenses. Diego se baja del coche en la cooperativa agrícola San Isidro, en Alfambra, un municipio ubicado a 20 minutos de la capital turolense, segunda parada del día tras una visita madrugadora a Perales de Alfambra.

Allí los agricultores le exponen que la cosa está mal, muy mal, a raíz de la sequía, que ha matado cualquier esperanza de cosechar algo, y se echan a hablar sobre la necesidad de eliminar los derechos históricos de la PAC. Justo en la puerta, Tomás Guitarte conversa con Aitor Hernández, un periodista de Politico.eu, un reputado medio digital con sede en Bruselas que cubre la información de la Eurocámara. Viajó desde el corazón de Europa hasta Madrid para cubrir las elecciones generales y uno de los temas que redactará versa sobre Teruel Existe. «La despoblación es ahora el tema estrella en Bruselas. Hay movimientos políticos similares en Irlanda o Francia, pero estos rápidamente se acercan a los nacionalismos. Teruel Existe es una excepción», explica el periodista.

"Voy todos los domingos a misa. No entiendo la relación que se hace entre religión y derechas. En mi caso, es la respuesta que hallé a las grandes preguntas"

Diego Loras

— Candidato de Teruel Existe al Congreso de los Diputados

La siguiente parada es todo un reclamo por los 35 grados que aprietan a la sombra: las piscinas del municipio. El protomitin se celebra en el bar: cinco o seis filas de sillas y refrescos para quien quiera escuchar. Una mujer pregunta por qué no acudió nadie Teruel Existe en el debate a siete que RTVE organizó con los portavoces parlamentarios. «Pues porque no nos invitaron», responden al unísono Loras y Guitarte, matizando después que bueno, para tener grupo propio en el Congreso hacen falta cinco diputados. Es la muestra de que los medios de Teruel Existe son más bien escasos. Así que los grandes actos están descartados de facto. Han apostado por una campaña electoral cercana, de pedir el voto casa por casa. Vecino por vecino.

El receso de la maratoniana jornada llega en Visiedo, donde el núcleo duro de la formación se reúne para encarar la recta final del día. Guitarte, Beatriz Redón, Pilar Buj o Beatriz Martín acuden a la comida en el bar del pueblo. De menú: arroz, rodaja de merluza con sardinas y helado o sandía de postre. Sin grandes alardes: es el mismo menú que se reparte en el comedor social para los vecinos del municipio, que sale a 11 euros con café incluido.

Loras trabaja en su ordenador en el trayecto entre Alfambra y Visiedo.

Loras trabaja en su ordenador en el trayecto entre Alfambra y Visiedo. / ANGEL DE CASTRO

Es precisamente con el café cuando la barra empieza a llenarse de veteranos que vienen a echar la partida. Y ahí coge Loras un taco de programas y se pone a repartirlos. Se acerca con extrema educación y entra a los potenciales votantes con un clásico: «¿A cuánto echáis el coto aquí? ¿A tres o a cinco? Venga, aquí os dejo un programica por si queréis votarnos el 23 de julio». Pilar Buj comenta la jugada desde la distancia. «Si es que es su público», dice, entre risas, para añadir: «Le decimos todos que es un poco viejoven, ja, ja, no parece que tenga 27. Pero es el candidato ideal, desde luego».

Lo cierto es que a Diego Loras ser cabeza de cartel le llegó por sorpresa. ¿Cómo se lo iba a esperar si el 25 de mayo había firmado un contrato de alquiler de seis meses para entrar a vivir en un piso en Argüelles?. Y entonces llegó el PP arrasando en las autonómicas, el adelanto electoral de Pedro Sánchez y la llamada de Tomás Guitarte. «Solo había visto al casero para la entrega de llaves, así que imagínate cuando le llamo para contarle que me tengo que ir... En fin, que al final lo arreglamos y solo le tengo que pagar tres meses», cuenta. Tampoco se lo esperaba su pareja, que eligió plaza como residente en Zaragoza después de aprobar el MIR hacía apenas un mes y medio. «Ay, si lo hubiéramos sabido un poquito antes...», lamenta.

Ese era el nuevo piso en el que iba a vivir en Madrid después de haber compartido con otros tres compañeros del máster durante los últimos dos años. Tampoco es que pasara demasiado tiempo allí. A las ocho de la mañana salía de casa hacia la Universidad de Comillas, donde hacía un doctorado sobre la brecha urbanorural (un asunto de estudio que le ha permitido trabajar en Nueva York o una estancia en Harvard) y sobre la hora de comer llegaba al Congreso, donde era el principal (y casi único) asesor de Guitarte. «Tiraba mucho de café, sí. Tres seguro, y en época de presupuestos, pues cuatro», reconoce Loras entre risas mientras toma el postre en Visiedo.

De cuando recuperaron el dance de Jorcas

Son cerca de las cuatro y media y alguien avisa: hay que levantarse. La siguiente parada está en el Museo del Dance de Visiedo, donde una de las concejalas del municipio cuenta la historia del rabadán, el mayoral, el ángel y el diablo que conversaban y danzaban al son de la música popular. Con apenas 18 años, allá por 2014, Diego Loras se empeñó junto a sus amigos en recuperar el dance del pueblo de su padre, Jorcas. Él representó al Mayoral, algo así como el campesino rico, y su amigo Pedro, al Rabadán, que era el campesino pobre. Lo recuperaron después de más de 50 años, con la peculiaridad de que cada año se cambian los diálogos para interpelar a diferentes vecinos del pueblo o criticar con sorna las decisiones políticas. Aquel año llamaba a San Antonio para que encerrara «a esos pajarracos que, disfrazaos de señores, mintiendo como bellacos, por tres céntimos de m... pretenden también robarnos aire, agua, sol y tierra con tal de plantar en ella molinos, placas solares y cuantas barbaridades se les ocurra meter». Toda una declaración de intenciones.

"En el coche de mi padre estos días suena Joaquín Sabina y La Ronda de Boltaña"

La ruta de Teruel Existe continúa hacia Villarquemado. Allí el acto resulta un poco fallido. Quien debía organizarlo no aparece, por lo que Loras toma la iniciativa. Se pone a repartir programas en los bares del municipio, que todos aceptan de buen grado excepto un hombre. «Yo no, que soy extranjero. Y a mí la política, uf...», le espeta. «Bueno, bueno, ya sabéis quiénes somos y qué hacemos. Si queréis, pues nos votáis el 23», replica Loras. Poco más que hacer por allí: pegan un par de carteles en el polideportivo y en la parada del bus y ponen rumbo al centro cultural San Julián, en Teruel, donde celebran uno de sus actos centrales de la campaña.

Allí vivirán también el domingo electoral, en el que Loras aspira a recoger el testigo de Guitarte en el Congreso. Será un domingo algo extraño, aunque dice Loras que intentará pasarlo como cualquier otro fin de semana. Acostumbra a ir a misa «todos los domingos», y en la afirmación salta la sorpresa. A nadie se le escapa la adscripción progresista de Teruel Existe y el desafecto de la juventud por la religión. No le da mayor importancia Loras, que explica con la mayor naturalidad que tuvo «un momento en el que me planteaba las grandes preguntas, de esas profundas que se puede hacer un ser humano»._«No es que mis padres sean especialmente religiosos o algo por el estilo, qué va. Fue una cosa mía, que me ayuda en el día a día y me hace sentir bien», dice Loras, que entiende la política como algo similar a la parroquia, ese «ayudar a los demás» con el que quiere recoger el testigo de Tomás Guitarte como diputado en el Congreso por Teruel.