Liderazgos en tiempos del covid-19

El liderazgo es la expresión constatable de la propia acción humana en muy diferentes ámbitos como el institucional, el social, el económico, el cultural o el político, en cuya finalidad está la gestión de los recursos de la comunidad o entidad -de cualquier naturaleza-, así como del propio gobierno de los mismos.

La pandemia del covid-19 está provocando una crisis multidimensional que no solo se circunscribe al ámbito sanitario, sino que también afecta a otros espacios de la actividad humana; una crisis que se propaga sobre dos realidades muy diferentes. En un primer lugar, genera una aceleración en las situaciones de crisis existentes; y en un segundo nivel, el impacto de esta pandemia es causa misma de las nuevas crisis que van a desarrollarse en nuestras sociedades.

En consecuencia, no cabe establecer un relato prefijado en un grandilocuente liderazgo, sino que más bien en liderazgos, ya que la complejidad de esta realidad que vivimos nos tiene que hacer ver que una apertura al compromiso democrático de la gestión en los recursos de la sociedad y de sus bienes públicos se hace cada vez más necesaria. Liderazgos que no solo responden al llamamiento de la acción pública para hacer frente a la crisis fundamental, que es la sanitaria, sino también a las alianzas que deben forjarse sobre la base del complejo y profundo impacto que la pandemia va a traer consigo.

Hasta el momento se manifiestan diversos tipos de liderazgos, como los del ámbito gubernamental, que intenta gestionar la crisis en comunicación directa con los espacios autonómicos y locales, y con los actores sociales y económicos implicados (con diferente suerte).

También a nivel autonómico se despliegan otros liderazgos que, sobre todo en algunos casos, buscan establecer mesas de diálogo con todas las partes implicadas para potenciar las capacidades de resiliencia esenciales ante las consecuencias de la crisis. En el espacio local, la actuación de los ayuntamientos es con mucho el eslabón institucional y político más cercano a los ciudadanos, y el más directo para la gestión. Pero no hay que olvidar las capacidades de liderazgos que la sociedad está desarrollando desde el inicio de esta crisis, que intentan generar respuestas cotidianas, y una mayor protección intracomunitaria.

Por ello, es en los liderazgos, en permanente diálogo y comunicación, en donde cabe establecer las soluciones más adecuadas para hacer frente a esta crisis. La complejidad y el carácter multidimensional de la misma conllevan un nuevo relato sobre la gestión de los recursos, y una visión de conjunto sobre el futuro de nuestras sociedades, donde la cuestión de la prevención y la cultura de los cuidados deben estar en el centro del debate.

El Papa Francisco afirmaba que «se da una paradoja a nivel global: el descrédito de la política y las políticas, en el momento en que más los necesitamos», añadiendo que «por eso es importante rehabilitar lo político y la política en su totalidad». Y por tanto los liderazgos.