Usted debutó con el Real Zaragoza ante aquel Valencia de Villa, Joaquín, Mata y Silva, por lo que se puede decir que entró en Primera División por la puerta grande.

Ya que debutas en Primera, te da igual dónde jugar. Pero, si puede ser en un estadio bonito y contra un rival grande, mucho mejor. Y mi debut fue en Mestalla, que para mí es de los tres mejores estadios de la Liga, con uno de los tres mejores equipos en aquel momento, con jugadores como los que ha mencionado, así que fue inigualable.

Sin embargo, usted recuerda incluso mejor su segundo partido, en Málaga, por algo que ocurrió en el hotel.

Sobre el partido le puedo contar pocas cosas porque nos eliminaron de la Copa del Rey y no jugué. Pero sí que, a los pocos días después del debut, por la repercusión mediática que tuvo, vino al lobby del hotel de Málaga una madre con un niño que tenía una discapacidad para darme las gracias por lo que había significado para ellos. Por ese motivo es más importante aún ese partido a lo largo de mi carrera, a pesar de no haber jugado.

¿Lo que tuvo tanto impacto en los medios fue precisamente el hecho de que usted debutara en Primera División teniendo también una discapacidad?

Eso es. Fui el primer y único jugador en la historia de la Liga en jugar con discapacidad, y la verdad es que eso tuvo una repercusión mediática brutal, tanto nacional como internacional.

¿Qué le pesó más en aquel momento, el orgullo de haber sido el primero, o cierta pena por el hecho de que no hubiera precedentes?

La verdad es que, en ese momento, sentía indiferencia en torno a esa cuestión, porque ni me lo planteaba. Lo que yo quería era jugar en Primera División. Era mi sueño y me daba igual tener una discapacidad. Pero ahora, desde la distancia, sí que le digo que es un motivo de orgullo tremendo, por lo que le he contado de Málaga. Porque, al final, he podido ser un referente para esos niños o para esas personas con discapacidad, que pueden ver que es posible conseguir algo tan grande como jugar en Primera División.

En su caso, nació sin la mano derecha, pero al fútbol se juega con los pies. ¿Le ha supuesto algún obstáculo en su carrera como futbolista?

Yo le diría que no, porque al final no es lo mismo tener una discapacidad de nacimiento que el que esta sea sobrevenida, que tienes que adaptarte a todo. Yo, al final, me he adaptado desde pequeño a todo en la vida, sobre todo a jugar al fútbol. Incluso esa pequeña falta de equilibrio que te dicen que puedes tener, o algún tipo de cuestión así, la he trabajado igual que el resto de mis compañeros, y a lo largo de mi carrera creo que no he tenido impedimento alguno para jugar al fútbol, ni para sacar de banda, ni para jugar de portero, ni nada por el estilo.

¿Por qué cree que la presencia de personas con discapacidad en determinados ámbitos profesionales, y no solo en el fútbol, sigue causado tanto impacto, pese a que su discapacidad no les impida para nada desempeñar su profesión?

Tristemente, creo que ahora es necesario, igual que se pone el foco en cuestiones de género o de raza, ponerlo precisamente también en cuestiones de la discapacidad. Porque, aunque no debería ser lo normal, ahora mismo sigue siendo necesario. Por estas razones es por lo que he escrito un libro, y es por lo que he hecho un proyecto benéfico llamado Sin Límites, porque creo que el deporte es un altavoz tremendo para dar visibilidad a este tipo de causas.

Quizás haya lectores que desconozcan que su otra pasión, a parte del fútbol, es la escritura, y su otra profesión, el Derecho. Y en su faceta de escritor ha logrado combinarlas todas ellas.

Escribí un libro sobre la regulación jurídica de los derechos fundamentales de los deportistas profesionales, y lo hice como prolongación de mi tesis doctoral. Y también escribí La vida al alcance de la mano, con prólogo de Ander Herrera, para para hablar de la discapacidad en las diferentes etapas de la vida: cómo puede influir de niño y de adulto, qué frustraciones o emociones te genera a ti, a tu familia y a la gente que te quiere… Creo que era necesario.

Ander Herrera ha sido un apoyo muy importante en su vida, ¿no es así?

Por eso quería que fuera él quien escribiera el prólogo, porque hemos llevado, sobre todo en relación a la discapacidad, vidas muy paralelas. Él me protegía y me cuidaba de pequeño. Luego comenzamos a jugar juntos a la pelota, entramos en el Zaragoza y quedamos campeones de España cadetes. Y, cuando yo debuté en Primera, él estaba en el primer equipo. Fue un transcurso similar en las etapas más importantes de mi vida en relación a la discapacidad. Y, al final, los tres ejes fundamentales son la familia, los amigos y el deporte, porque es esencial sentirte parte de un grupo. Y no hablo solo de las personas con discapacidad, sino de cualquier ser humano, porque somos seres sociales.

Y ahora se ha lanzado a la literatura infantil.

Sí, porque mi anterior libro estaba más enfocado a adolescentes y adultos, y me faltaba llegar a los niños, porque creo que es muy importante que la discapacidad se visibilice desde edades muy tempranas. Entonces, la autora zaragozana Carla Benet me propuso escribir un cuento benéfico sobre mi vida. Por supuesto, dije que sí, me puse a buscar financiación, y la Fundación la Caixa mostró una total predisposición. Pero había que hacerlo a través de una persona jurídica, y yo puse como condición que fuese una entidad dedicada a la integración de personas con discapacidad a través del deporte. Hablamos con Special Olympics Aragón y decidimos crear, para lanzar el libro y dar visibilidad a la asociación, un torneo de fútbol siete unificado para personas con y sin discapacidad. Lo llamamos Sin Límites, igual que el cuento.

¿Por qué se decidió por Special Olympics Aragón?

Porque hace una labor fundamental para la sociedad. Está formada por voluntarios que dedican su tiempo a que personas con discapacidad puedan sentirse como verdaderos deportistas, y eso refuerza su autoestima y su confianza. El importe íntegro de las ventas de los primeros 500 ejemplares será para la asociación, y el 30% de los siguientes.