Del banco a la cárcel

Los empleados de CaixaBank salen de sus sucursales en la semana social del banco para colaborar con la sociedad mediante acciones de voluntariado en entidades sin ánimo de lucro

Miembros de la Asociación de Voluntariado de CaixaBank pasaron una tarde haciendo manualidades con los usuarios de Atades.

Miembros de la Asociación de Voluntariado de CaixaBank pasaron una tarde haciendo manualidades con los usuarios de Atades. / Jonatan Bernad

Mario Gracia

Empleados, familiares y clientes de CaixaBank y sus filiales, con la colaboración activa de la asociación de voluntarios del banco, han participado hace unos días en la Semana Social, organizada por la entidad financiera para fomentar la colaboración con iniciativas sociales de su entorno más próximo. Bajo el lema ‘Todos cuentan contigo’, CaixaBank programó casi 80 actividades de voluntariado en Aragón: 72 en Zaragoza, dos en Huesca y tres en Teruel.

Tras dos años sin poder celebrarse con normalidad debido a la pandemia, la Semana Social de CaixaBank ha sumado esta vez la colaboración de casi 900 entidades sociales en toda España. En total, han impulsado, entre el sábado, 15 de octubre, y el pasado domingo, día 23, más de 2.300 acciones de voluntariado.

Había “muchas ganas” de retomar las actividades presenciales, según reconoce Javier Muñoz, responsable Acción Social de CaixaBank, aunque ni siquiera el coronavirus detuvo las ganas de colaborar con la sociedad de la plantilla del banco. “Tuvimos que reinventarnos. Hicimos una Semana Social más virtual, y nos buscamos la vida para seguir ayudando. Por ejemplo, haciendo mascarillas, y todo aquello que la situación nos permitía”, detalla.

Toda esta solidaridad se canaliza a través de la Asociación de Voluntarios de CaixaBank, que fomenta el mayor programa de voluntariado en España. La entidad financiera, referente en banca socialmente responsable –el Índice Dow Jones de Sostenibilidad la sitúa entre los mejores bancos mundiales en términos de responsabilidad corporativa-, impulsa iniciativas de acción social y de voluntariado como una forma de contribuir a dar respuesta a los retos que demanda la sociedad.

Así pues, según Muñoz, la profunda vocación social de sus empleados entronca con la de la propia empresa. “Aunque nos convertimos en banco el 2011, tenemos más de cien años de historia. Nuestro origen está en la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares. Y esa semilla, ese espíritu social, lo llevamos impregnado. Es lo que nos distingue de otras entidades financieras”, asegura.

Una de las facetas más destacadas de ese espíritu altruista al que el responsable de Acción Social de CaixaBank hace referencia es, “como no podía ser de otra manera, el voluntariado corporativo”. Y aunque lo ejercen todo el año, es en esta Semana Social cuando se hace más visible.

De la presente edición, Javier Muñoz destaca alguna de las actividades llevadas a cabo en Aragón, como aquellas vinculadas a organizaciones de discapacidad intelectual. Por ejemplo, la práctica de deportes inclusivos –baloncesto, pádel, petanca, atletismo, tenis de mesa o senderismo- de la mano de Special Olympics Aragón. O la tarde de manualidades que unos cuantos empleados del banco pasaron con los usuarios de Atades.

También ha habido actividades de refuerzo educativo con YMCA Aragón para escolares de Primaria y Secundaria o una jornada de sensibilización y mejora ambiental con la Fundación Oxigeno, que ha incluido actuaciones de interpretación de la naturaleza, una recogida de residuos o la construcción de refugios para la fauna.

La Semana Social “es una gran oportunidad para facilitar a los compañeros que no hacen voluntariado de manera habitual que conozcan de manera muy directa y cercana las entidades con las que trabajamos, o con las que ellos mismos trabajan, en su entorno más próximo, y que puedan echar una mano”, señala Muñoz. “Queremos que sepan lo que hacen, pero huyendo del voluntariado turístico. No pretendemos ir allí a pasar una tarde, sino conocer su labor de primera mano y, sobre todo, ayudar, ya que al fin y al cabo el voluntariado no es otra cosa más que ayuda”, agrega.

Pero no solo los empleados del banco pueden participar, sino también sus familiares o los clientes. De hecho, dos de estos últimos se sumaron a la decena de empleados que acudió la semana pasada a jugar un partido de fútbol con los reclusos del centro penitenciario de Zuera. “Estamos encantados de que puedan colaborar a través de nuestra asociación porque, al final, lo que buscamos es que, cuantas más personas se sumen al voluntariado, mejor, trabajen o no en CaixaBank”, concluye.