De víctimas a empoderadas

InteRed desarrolla en las zonas de conflicto de la República Democrática del Congo, con el apoyo de la Diputación de Zaragoza, un proyecto para la protección de los derechos de las mujeres

Hombres y mujeres líderes comunitarios posan tras las formaciones impartidas por InteRed en Kivu del Norte (R. D. del Congo).

Hombres y mujeres líderes comunitarios posan tras las formaciones impartidas por InteRed en Kivu del Norte (R. D. del Congo). / SERVICIO ESPECIAL

María Cobos

La República Democrática del Congo es el segundo país más grande de África y cuenta con inmensos recursos naturales en su zona este, sobre todo en la provincia de Kivu del Norte. Pero, paradójicamente, es también uno de los más pobres del mundo, situado en el puesto 175 de 189 países en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (PNUD).

Se trata de un Estado herido por los numerosos conflictos que se registran en las provincias orientales, donde los enfrentamientos entre los grupos rebeldes y el Ejército congoleño son frecuentes por el control del territorio y, especialmente, por la gestión de los recursos minerales. Y, en medio de estas luchas, las mujeres son a menudo quienes se llevan la peor parte, con demasiada frecuencia en forma de violencia sexual.

Es en este contexto donde la oenegé InteRed está llevando a cabo un proyecto para la protección de los derechos de las mujeres. Una labor que realiza, con el apoyo financiero de la Diputación Provincial de Zaragoza, en seis territorios de la zona de conflicto de Kivu del Norte: Nyrangogo, Masisi, Lubero, Beni, Butembo y Goma, capital de la provincia.

Este trabajo de prevención y protección tiene como finalidad contribuir a la eliminación de todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado. Las acciones realizadas hasta la fecha han contribuido a fortalecer las capacidades de las beneficiarias en el conocimiento de los mecanismos legales para la protección y prevención ante situaciones de violencias que puedan vivir.

Con esta finalidad se ha formado a mujeres representantes de organizaciones locales de desarrollo, que han adquirido los conocimientos y recursos para que puedan ejercer y defender sus derechos, por ejemplo, ante organizaciones de la sociedad civil y líderes comunitarios y religiosos. Ellas serán agentes multiplicadores, dado que a su vez formarán y movilizarán a otras mujeres de organizaciones locales y a todas aquellas que se quieran unir en defensa de sus derechos, para que se les reconozca como sujetos y titulares de los mismos.

Se ha establecido un sistema local para que las mujeres que sean víctimas de violencias y hayan sufrido alguna vulneración de sus derechos puedan recibir asesoría y ser acompañadas a los sistemas de referencia para ser atendidas en apoyo psicológico, médico, jurídico, judicial, económico y reinserción social, que incluye el aprendizaje de oficios y la escolarización de supervivientes víctimas de violencia y la de los niños nacidos como resultado de violaciones.

Todo ello implica a las autoridades públicas locales, y no solo para hacer efectivos los mecanismos legales vigentes. También se les ha capacitado para que adopten las medidas de protección y prevención en la lucha contra la violencia y combatir la impunidad en la que vive el país ante estos delitos.

Se ha trabajado con el delegado de Género, Familia e Infancia, la Unidad Provincial de Paz y los responsables de las jefaturas –demarcación territorial dentro de las provincias del Congo-. En las formaciones se ha constatado que los derechos de las mujeres están lejos de ser respetados porque, si bien la Constitución congoleña sí habla de paridad en todos los órganos de decisión y a todos los niveles, se plantea seguir luchando juntos, hombres y mujeres, para que se respeten los derechos de estas en cuanto a la toma de decisiones, el reparto de la herencia y el acceso a la tierra o para terminar con la impunidad de los delitos que ellas sufren.

A raíz de estos talleres, InteRed ha elaborado una serie de recomendaciones que ha ido trasladando a las autoridades de Kivu del Norte. Por ejemplo, les solicita que pongan a disposición de los juzgados y tribunales recursos financieros y materiales suficientes para reducir el índice de impunidad. También les insta a reforzar las capacidades de las autoridades que trabajan en los sectores judiciales, a alertar sobre cualquier caso de violación de los derechos humanos, a poner en marcha una ley electoral que favorezca la igualdad y a identificar las necesidades prioritarias de las víctimas de violencias.