La huella del viajero

REAS Aragón crea un mapa que ayuda a localizar y conocer servicios y experiencias turísticas que se ofrecen en la comunidad autónoma en el marco de la economía alternativa y solidaria

Un grupo de canarios visitó REAS Aragón para conocer sus iniciativas turísticas de economía social.

Un grupo de canarios visitó REAS Aragón para conocer sus iniciativas turísticas de economía social. / Servicio especial

Mario Gracia

La preocupación por la huella que nuestro tiempo de ocio genera sobre el planeta y sus habitantes va en aumento. A estas alturas del mes de julio, todavía hay quien anda buscando una forma diferente de hacer planes para este verano.

“Cada vez, más personas tienen en cuenta elementos de sostenibilidad, responsabilidad e impacto positivo cuando escogen un viaje o una experiencia turística”, afirma Angela Millán, integrante de la Red de Economía Alternativa y Solidaria de Aragón (REAS Aragón). “Cuando hablas con esas personas viajeras –continúa-, normalmente indican que el precio es solo un elemento. Además, buscan otras cosas, como contribuir a la economía local, generar un impacto positivo en el entorno, tener una experiencia diferente…”.

“Esto es fundamental”, valora Millán, “en un momento en el que predomina un modelo turístico de masas, dominado por grandes empresas y plataformas, que sí que genera un beneficio económico, pero que también provoca desajustes y problemas de otra naturaleza, incluyendo impactos negativos medioambientales, agravamiento de los procesos de despoblación por la elevación de los precios, concentración de riqueza o precarización”. Sin embargo, la realidad es que las opciones turísticas más sostenibles y respetuosas con las personas y el entorno “no son fáciles de encontrar. Hay que bucear mucho para encontrarlas, no son de fácil acceso”, lamenta.

Para facilitar esta labor al viajero preocupado por la huella medioambiental y comunitaria que dejará su experiencia turística, REAS Aragón ha lanzado Destino: Economía Solidaria, un escaparate de planes veraniegos que suponen una alternativa real al turismo de masas, y que permiten “acceder a experiencias turísticas diferentes, que garantizan ese impacto positivo, descubriendo iniciativas y realidades que normalmente están ocultas, a las que no es sencillo llegar”, indica Millán.

Aunque este proyecto no ha hecho más que empezar, la escasez de referentes en iniciativas de turismo sostenible enmarcadas en la economía alternativa y solidaria ya ha despertado el interés en emprendedores sociales de otros territorios, que han visitado Zaragoza para ver cómo se están haciendo aquí las cosas. REAS Aragón ya ha recibido a dos grupos interesados, uno de Canarias y otro de Japón, mientras continúa trabajando junto a entidades de otras comunidades autónomas para construir una plataforma a través de la cual poder reservar experiencias y rutas turísticas, que se llamará El Camino de la Economía Solidaria.

Por el momento, este verano, la web de REAS Aragón ofrece en su apartado ‘Destino: Economía Solidaria’ un mapa de la comunidad autónoma con más de una docena de iniciativas señalizadas y sus correspondientes fichas, con las vías de contacto y reserva e información sobre qué hacer este verano “en ellas y con ellas”, destaca Millán. Casi todas forman parte de redes de economía alternativa o de desarrollo rural “que deciden apostar por abrir sus puertas y enseñar lo que hacen y lo que ofrecen”. Otras, aunque no pertenecen de manera formal a estas redes, generan un impacto positivo sobre el territorio y el planeta, por lo que comparten, a sabiendas o no, los valores de la economía solidaria y el turismo sostenible.

Se puede disfrutar de catas de cerveza o visitar obradores de pan sin gluten, dormir y desayunar alojamientos con encanto gestionados de forma cooperativa, apadrinar un olivo, visitar proyectos apícolas colectivos o de recuperación de semillas e incluso recorrer un bosque –de gestión comunitaria- con hadas y duendes que encantará a los pequeños, y a los mayores que no hayan perdido su capacidad de fantasear. Y REAS Aragón no deja de incorporar nuevas opciones a este mapa.

Para Millán, se trata de “experiencias diversas que nos abren las puertas a realidades ocultas y que nos enseñan cómo podemos transformar lo que nos rodea y disfrutar a la vez en el proceso”. Son, en definitiva, ofertas de turismo que, “además de aportar sostenibilidad, desarrollo rural y compromiso con las personas y el medio ambiente, permiten experimentar en primera persona qué es la economía solidaria y conocer a sus protagonistas: gentes que han puesto en marcha un proyecto empresarial o asociativo con una lógica que no es la de la competición, el mercado o el beneficio individual a toda costa, sino la de la cooperación, el beneficio social y la integración con la vida de personas y planeta”.

Ángela Millán está convencida de que “otro modelo turístico más sostenible es posible. Lo vemos cada día en pequeñas iniciativas, que apuestan por otra manera de hacer las cosas. Este proyecto nace con la voluntad de apoyarlas, de construir una red que les dé más fuerza y de acompañarlas para que su oferta turística sea todavía más interesante, rentable, sostenible y atractiva”, concluye.