“Abordar la soledad no deseada desde lo comunitario es nuestro mayor reto”

¿Qué se entiende por acción comunitaria?

Las acciones comunitarias son siempre acciones colectivas con objetivos colectivos. En el terreno de la intervención social, se suele usar indistintamente el concepto de trabajo social comunitario, aunque son muchos los profesionales implicados. 

¿Qué objetivos persigue?

El objetivo es múltiple: promover el empoderamiento de la población, incluir al conjunto de esta o, pensando en Las Fuentes, no generar exclusión, incorporando la diversidad de culturas y de actores. La mejora de las condiciones generales de vida es el elemento más común y motivador de la acción comunitaria. También lo es la captación y reorganización de recursos, así como la promoción de cambios de actitudes, valores y formas de hacer.

¿Trabaja la Fundación El Tranvía desde esta metodología?

El origen ciudadano y asociativo de la fundación, promovida por la Asociación Vecinal Las Fuentes, la ha dotado de un carácter comunitario que sirve de paraguas a las acciones que realiza. Creemos que la creación de redes y la aportación de los diferentes agentes del territorio permite lograr mejoras duraderas y significativas. 

¿A quién beneficia este tipo de intervenciones?

La Fundación El Tranvía asiste a personas en situación de vulnerabilidad y a otras con vidas más normalizadas, que de otra manera no tendrían trato ni conocimiento mutuo. De este modo, llegan a encontrarse y a ser significativas las unas para las otras, lo cual mejora sus vidas y el entorno de Las Fuentes; esto es, las vidas de sus 40.000 vecinos y vecinas.

¿Puede poner algún ejemplo?

Son muchos, incluyendo el proyecto de la Red de Salud Comunitaria de Las Fuentes. Pero el abordaje de la soledad no deseada desde lo comunitario está siendo nuestro mayor reto. En lo relativo a este tema, tenemos una situación muy crítica en el barrio, que lo hace inabordable si no es aunando esfuerzos.

¿De qué se hablará en la Jornada de acción comunitaria en Las Fuentes del día 25?

Los barrios de clase obrera de todo el estado han experimentado cambios muy profundos con el nuevo siglo: demográficos, como el envejecimiento de la población y la llegada de nuevos habitantes que aportan juventud y diversidad étnica, cultural, lingüística y religiosa; y económicos, con una precarización sostenida de las condiciones de vida. A todo ello se ha sumado un deterioro generalizado del parque de vivienda. Todo esto ha sido estudiado por la Fundación FOESSA, de Cáritas, que presentará su estudio ‘Lo que esconde el sosiego’. Queremos mostrar cómo esos cambios han influido en las relaciones vecinales, para ser conscientes de que lo que ocurre en Las Fuentes, San José o el Picarral, ocurre también en ciudades de todo nuestro entorno. Fundamentalmente, porque hay nuevos factores de tensión, pero también numerosos factores de cohesión, dado que, como concluye el estudio, predomina la coexistencia pacífica. Esto es una oportunidad para mejorar y un modelo a transferir a otros países, al norte de los Pirineos, donde las relaciones han evolucionado hacia más tensiones.

¿A quién va dirigida la jornada?

A los tres actores de la comunidad: las administraciones públicas con servicios en nuestro distrito (ayuntamiento y DGA), a las profesionales de cualquier perfil con presencia en barrios como el nuestro y a la ciudadanía con interés en mejorar las relaciones vecinales de su entorno. Por supuesto, la jornada está abierta a toda la ciudad, porque estas reflexiones son necesarias en cualquier distrito.

¿Qué implicación tiene la Universidad de Zaragoza en la jornada?

Tenemos la suerte de que tres profesores del Departamento de Psicología y Sociología de nuestra universidad, Elisa Esteban, Sandra Romero y Chabier Gimeno, han incluido al barrio en el proyecto de I+D ‘Participación, relaciones vecinales y convivencia en barrios multiculturales en pandemia. Un análisis comparativo (ParticipaBarrio)’. En él se comparan las dinámicas vecinales en barrios como Las Fuentes con los de otras ciudades, como Valencia, Tenerife o Madrid. Ello nos permite acceder a estudios como el que presentamos en la jornada, de FOESSA, y a buenas prácticas. Este equipo, colaborando con las jornadas, cumple uno de los objetivos de su proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación: capacitar al territorio para comprender su evolución y poder pensar nuevas propuestas de mejora.

¿Qué aportan los estudiantes de Trabajo Social?

El alumnado ha sido observador las relaciones vecinales en diversos espacios y ha colaborado en que se visibilice el efecto de la ausencia de políticas suficientes de rehabilitación de vivienda. En la jornada, presentará los resultados de su colaboración con la fundación y otras entidades del barrio.

¿Van a conocerse experiencias de acción comunitaria en otras ciudades?

Gracias al equipo de Unizar, contamos con Logroño Comunitario, donde el ayuntamiento ha desplegado equipos de acción comunitaria en varios barrios de la ciudad, y con profesorado universitario navarro, promotor de proyectos de convivencia en barrios como el nuestro. Y, por último, conoceremos experiencias de Aragón, como la de La Vecindalla en el barrio Oliver, o la de Cruz Roja Huesca con su proyecto sobre la soledad no deseada, de gran interés para nuestro barrio.