El campo, en plena transición

La economía social aragonesa tiene la semana que viene una de sus citas más destacadas del año. La Red de Economía Alternativa y Solidaria de Aragón (REAS Aragón) organiza las XXIX Jornadas de Economía Solidaria, que en esta ocasión llevan por título Hay mucho orégano en el monte. La transición ecosocial en el medio rural.

Una denominación que «le da la vuelta, en clave positiva, al refrán no todo el monte es orégano, para hacer referencia a todas las posibilidades que existen en el medio rural y que están alineadas con las propuestas de la economía solidaria», indica Pedro Liarte, miembro de la junta directiva de REAS Aragón e integrante del grupo motor que prepara este evento.

Este año, con la elección de la temática de las jornadas, continúa, «nos hemos planteado empezar trascender nuestros límites naturales y acercarnos a lugares a los que, por nuestra propia inercia, no hemos conseguido llegar. Hemos querido dedicar unas jornadas enteras a nuestro medio rural, que tantas veces hemos dejado de lado por la macrocefalia que representa Zaragoza».

Por su parte, la mención a la transición ecosocial en el título apela «al momento singularísimo que estamos viviendo. Las alternativas a la economía capitalista tienen que verse materializadas para poder, al menos, detener el deterioro de nuestros sistemas ecológicos y humanos». Y, según Liarte, es precisamente la economía social y solidaria la que puede aportar esas alternativas «que hagan posible el cambio que necesitamos».

Estructuradas en tres sesiones, las jornadas se celebrarán los días 3, 4 y 5 de junio, a las 19.00 horas, en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza, con entrada libre hasta completar el aforo. También podrán seguirse en streaming, a través del canal de YouTube de REAS Aragón, que con este encuentro invita a conocer propuestas innovadoras de economía social en torno al campo, el turismo sostenible y la dinamización rural, «algunos de los aspectos que, desde el punto de vista socioeconómico, nos parecen más relevantes y de mayor actualidad para nuestros pueblos», sostiene Liarte.

«Cuando empezamos a preparar las jornadas con este enfoque, nos encontramos con las revueltas de agricultores y ganaderos y nos parecía que pocas cosas están tan identificadas con el medio rural en lo económico como estas dos actividades. Surgió además el tema del turismo, con toda la importancia que está ganando en el medio rural como alternativa económica a la anterior, pero con todos los problemas que está generando para la sostenibilidad de la vida en los pueblos», explica el organizador.

Además, prosigue, «queríamos hablar de las propuestas que están tratando de cambiar esa inercia negativa en lo demográfico desde la iniciativa de los vecinos y las vecinas de los pueblos, que son, en definitiva, las que tienen que ser protagonistas de esta historia. Es decir, queremos hablar de lo que tradicionalmente ha sustentado la vida de las personas en buena parte de los pueblos; del turismo, como lo que el capitalismo quiere del medio rural, y de qué alternativas podemos proponer; y, por último, de que es posible que seamos las personas las que decidamos qué queremos hacer» concluye.

Cada sesión de las jornadas se dedicará a uno de estos tres bloques temáticos. El lunes, día 3 de junio, tomarán la palabra «personas vinculadas con la agricultura y la ganadería, para que puedan explicar la situación del sector desde su punto de vista», apunta Liarte.

El martes, día 4, será el turno del turismo, «para poner en valor propuestas que aporten en positivo a nuestros pueblos y que no los hagan morir en el intento». Y el miércoles, día 5, «queremos interpelar directamente a las instituciones que trabajan en el territorio, ayuntamientos, comarcas, grupos de acción local o colectivos de vecinos y vecinas, para proponerles otras herramientas para actuar en las zonas más deprimidas demográficamente de nuestra región».

Para REAS Aragón, el medio rural «no tiene por qué ser el parque de atracciones o el museo al aire libre para desconectar puntualmente de nuestro ajetreado ritmo diario», afirma Liarte. «Es una opción real y puede ser buena parte de la solución. Para eso, somos las personas las que tenemos que tomar la palabra y pasar a la acción».