Impecablemente vestido y repeinado para la misa de los domingos en la biblioteca del módulo 4 de ingresos de la cárcel madrileña de Soto del Real aparece el preso Luis Bárcenas en las imágenes que ayer difundió La Sexta. Grabadas con un discreto dispositivo, el extesorero del Partido Popular aparece rezando junto a otro grupo de reclusos. En otro momento del vídeo, Bárcenas aparece en el patio de la prisión, sentado tranquilamente junto a otro preso, contemplando a otros reclusos jugar al fútbol mientras él se fuma un buen puro.

Su apariencia es buena. Ni más gordo, ni mucho más delgado como se dijo. Eso sí, el que fuera todopoderoso gerente del PP mantiene su estilo impecable. Nada de chandal presidiario. Polo de marca y pantalón de raya. Tras la emisión de las imágenes, en el programa Al Rojo Vivo, se sucedieron las reacciones.

Primero desconcierto, comentarios graciosos en privado de algún dirigente político y llamamiento generalizado al respeto y el derecho de la intimidad del preso. Todas las miradas apuntaron entonces al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Él mismo, en los pasillos del Congreso anunció que ya se ha abierto una investigación que tratará de dilucidar quién y cómo grabó esas imágenes. Tras condenarlas en reiteradas ocasiones, el ministro aseguró que "por desgracia, estas cosas pasan", y denunció que existen "medios de comunicación interesados en difundirlas, e intereses económicos del que las ha vendido".

El abogado de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, acudió ayer por la tarde a la prisión a entrevistarse con el director y el responsable de seguridad de la cárcel. Iba acompañado de Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP, que tenía concertados uno de sus dos vis a vis mensuales.

Este no es el primer preso de cuello blanco que es fotografiado en una cárcel. El primero fue Javier de la Rosa, retratado desde la calle, comiendo junto a la ventana de su celda de la Modelo. Aquélla fue una foto por encargo para demostrar que en cualquier momento le podían pegar un tiro. El exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán filtró una fotografía suya en el comedor de la prisión para denunciar la mala comida que servían. Interviú publicó una imagen de José María Ruiz Mateos limpiando celdas en una cárcel alemana. Y a José Barrionuevo y Rafael Vera, el fotógrafo Pedro Armestre les retrató haciendo deporte en el mini patio de su celda tras cuatro días subido a un terraplén. Con Bárcenas fue fácil. Alguien introdujo un móvil o mini cámara en la prisión y pilló desprevenido, pero bien vestido, al extesorero.