A muy poco tiempo para que se conozcan los resultados de las europeas, la cúpula del PSOE aguarda en el cuartel general del partido, en la calle Ferraz de Madrid. La candidata, Elena Valenciano, y el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, confían en un desenlace muy ajustado, con probable victoria socialista.

"Hemos ganado la campaña", han sostenido en los últimos días múltiples dirigentes del PSOE. Las palabras del cabeza de lista del PP, Miguel Arias Cañete, quien un día después de su cara a cara con Valenciano se confesó incapaz de debatir de igual a igual con una mujer, dieron alas a los socialistas en el tramo final. Pero los comicios no son la campaña, y en una contienda tan empatada como esta ningún socialista está convencido de que vayan a derrotar a los conservadores.

Por lo pronto, fuentes del partido se sienten esperanzadas ante los datos de participación que se van conociendo. En Andalucía, principal caladero de votos del PSOE, había subido un punto a las seis de la tarde. Y en Madrid, donde el voto del PP suele ser muy fiel, había bajado otro.

El calendario orgánico

Ganar, empatar o perder por muy poco permitiría que Rubalcaba gestionase el calendario de renovación del partido de acuerdo con su calendario, que establece que las primarias abiertas se celebrarán a finales de noviembre. Sin embargo, un mal resultado podría llevar a algunos dirigentes a reclamar un congreso extraordinario para cambiar al secretario general o bien adelantar las elecciones internas. En cualquier caso, la dirección del partido interpretará esta noche, si se produce la derrota, que han acortado muchísimo la diferencia con el PP, que fue de 16 puntos en las generales del 2011.