La confianza de los consumidores en la economía española bajó ligeramente en julio, lastrada por la peor valoración de la situación actual y de las expectativas, en lo que supone el primer retroceso desde el mes de enero y que coincide con la quinta ola de la pandemia de coronavirus.

El índice de confianza del consumidor (ICC) difundido este viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se situó en julio en 91,9 puntos, por debajo de los 97,5 de junio, con lo que se aleja de los 100 puntos que marcan el umbral entre la percepción positiva y negativa.

En julio, los consumidores valoraron la situación actual de la economía española en 73,6 puntos, 2,3 menos, por la peor opinión de la situación económica (bajó 6,3 puntos) y del mercado de trabajo (cayó 5,7), que no pudo ser compensada por la mejora en 5 puntos de la situación de los hogares.

También se deterioró la valoración de las expectativas, que retrocedió 8,8 puntos hasta los 110,3, todavía en terreno positivo.

Al igual que en la opinión de la situación económica, los consumidores se mostraron más pesimistas sobre la evolución de la economía (perdió 14,8 puntos) y el mercado de trabajo (perdió 12,1 puntos) que sobre el futuro de sus propios hogares, que aumentó en 0,6 puntos.

Además, en julio empeoraron las expectativas de consumo y de ahorro, al tiempo que se redujeron los temores de inflación y de un futuro aumento de los tipos de interés.

En sus respuestas, un 39,4 % de los encuestados aseguró ahorrar un poco de dinero cada mes, por encima del 36,9 % que dijo llegar justo y del 8,6 % que necesitó recurrir a sus ahorros.

Los consumidores que creen que la situación de su hogar ha empeorado en los últimos seis meses (27,1 %) superan a quienes perciben que ha mejorado (14,6 %), aunque quienes se mostraron optimistas para el próximo medio año (28,4 %) fueron más que los pesimistas (15,8 %).

El ICC de julio se ha elaborado a partir de 2.812 entrevistas telefónicas realizadas entre el 15 y el 21 de julio.