De la tensión política a la calma tras diez días de peces muertos en el Mar Menor. La visita de la vicepresidenta tercera del Gobierno central y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, este miércoles a la Región de Murcia sirvió para escenificar junto al presidente regional, Fernando López Miras, que ambas administraciones abandonan la lucha política por el Mar Menor y acordar que no habrá más desencuentros por las competencias que tiene que ejercer cada uno para restaurar y proteger la laguna salada.

Tras una visita a distintos puntos del Mar Menor para conocer el estado del ecosistema y reunirse con colectivos sociales y ecologistas, junto con alcaldes cuyos territorios ‘tocan’ la cuenca vertiente a la laguna, la ministra se reunió en el palacio de San Esteban con el jefe del Ejecutivo regional. De ese encuentro salieron frases como "diálogo fluido", "buscar fórmulas de entendimiento", "reforzar las relaciones" o "vamos a poder llegar a acuerdos", una actitud impensable hasta hace pocos días pero que parece que cambia para enterrar el hacha de guerra. El Gobierno murciano lamentaba ayer que ante esta "emergencia ambiental, el Estado no se ha dado prisa en resolverla", mientras que el Ministerio criticaba "la paralización de las actuaciones para intervenir en el origen de la contaminación".

Ribera y Miras reconocieron que tienen visiones diferentes sobre cómo gestionar la recuperación de la laguna y la intervención en el acuífero cuaternario del Campo de Cartagena pero antepusieron el compromiso de que habrá intercambio de información entre ambas administraciones. Para ello anunciaron que crearán una comisión bilateral que se reunirá periódicamente, cada seis meses como mínimo, y que también habrá encuentros entre ambos dirigentes para coordinar actuaciones y "conocer el grado de ejecución de cada uno de los compromisos" que se alcancen.

"La convicción de la emergencia que teníamos delante nos ha hecho reforzar muchas cosas, a veces con la frustración de encontrarnos con algo que no nos permitía seguir avanzando, y hoy hemos dado un paso muy importante para velar por que se apliquen las normas", explicaba la ministra. Miras, por su parte, cree que "hay prioridades que son distintas, pero viéndonos frecuentemente vamos a poder poner fin a esta disputa de competencias que nadie entiende". Ribera le recordaba que "hay que ser respetuosos con la norma y con los actores sociales".

A corto plazo

Fuentes del Gobierno regional presentes en la reunión subrayan que la ministra no planteó actuaciones a corto plazo para arreglar la falta de oxígeno en la laguna ni tampoco para cortar los vertidos con nutrientes que llegan al ecosistema a través de la rambla del Albujón, pero señalan que el encuentro fue cordial y que, incluso, el Ministerio estudiará el dragado de la gola de Marchamalo que plantea la Comunidad.

Ribera dejó la puerta abierta a una actuación "puntual y reversible", con un dragado que no llegaría al metro, como recordó Miras, recuperando así el calado que tenía en 2016 tras la colmatación del fondo marino. La ministra esperará a los datos técnicos del Instituto Español de Oceanografía, quien en informes anteriores ha rechazado este tipo de actuaciones por suponer un impacto para el ecosistema.

La ministra reenfoca su agenda para el inicio del curso político mirando al Mar Menor. Fuentes del Ministerio señalan que la vicepresidenta intervendrá en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de las actuaciones de su departamento en la laguna.