La convención nacional itinerante del PP ha llegado este miércoles a Madrid. Los conservadores tenían en su agenda un plato fuerte: la conversación en el escenario entre Pablo Casado y el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy. Obviando los réditos de invitar a un mandatario que está condenado por corrupción y tiene varios asuntos pendientes en los tribunales, el convidado ha cumplido de sobras con lo que se esperaba de él: piropos al líder del PP, el recuerdo de su crucial papel en la lucha contra la banda terrorista ETA y avisos contra los nacionalismos.

Sarkozy ha empezado su interlocución detallando cómo empujó la colaboración contra los etarras cuando llegó al cargo de ministro del Interior. Ha contado cómo en el departamento los asesores le insinuaron que no interviniera, que era "un problema de España". "¿Me están diciendo que, entre una banda de cobardes asesinos y la democracia española, hace falta reflexionar antes de elegir entre los dos?", ha espetado. "En el mismo momento en que Francia se convirtió en firme luchadora contra ETA los españoles pudieron hacer lo necesario para zanjar este problema. Los débiles y los cobardes siempre se aprovechan de la debilidad de los estados. Y la democracia no puede permitirse ser débil", ha continuado. Y en ese punto Sarkozy ha introducido el asunto independentista catalán. En su opinión, el separatismo que ha calado en una parte de Catalunya "no es simplemente un problema de España". "Si España se desuniera, toda Europa pagaría el precio", ha avisado ya que cree que eso desencadenaría otros procesos separatistas "en Francia, Bélgica y en otras partes". "Por eso, para mí está claro. Hay una España unida, una España con una capital en Madrid y una Corona con un Rey que representa la unidad de España y eso no puede cambiar", ha terminado entre aplausos del auditorio.

En otro momento de la charla, el exmandatario galo ha revelado ante Casado que ya le hizo un augurio la década pasada. "Hace 11 años, la primera vez que le vi en el Palacio del Elíseo le dije: un día serás presidente del Gobierno de España", ha soltado ante el líder del PP, claramente ruborizado.