La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho valer este viernes en la reunión del PP madrileño sus apoyos y una mayoría en el partido ha pedido que se adelante el congreso regional, un mensaje que el actual presidente de la formación, Pío García-Escudero, se ha comprometido a trasladar a la dirección nacional del PP.

Son varias las voces que han reclamado que el congreso se celebre cuanto antes, según han señalado a Efe algunos de los presentes en el encuentro, que se ha producido a puerta cerrada. Desde la formación regional, en manos de una dirección provisional desde 2018, admiten que lo ha reclamado un "porcentaje importante".

Posteriormente, las mismas fuentes de la dirección madrileña han precisado que en la reunión eran equilibradas las distintas posturas respecto al congreso, mientras que varias voces de quienes piden el adelanto se han reafirmado en que esta era la posición de una "amplia mayoría".

El de la fecha es uno de los debates abiertos entre la presidenta madrileña, que busca presidir el partido, y la dirección nacional, que no ha respaldado su candidatura y ha apostado en público por una tercera vía, donde ni Díaz Ayuso ni el otro peso pesado, el alcalde de Madrid y portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, tomen las riendas de la formación.

Los afines a Ayuso sostienen que el congreso debe celebrarse antes de marzo para cumplir con los estatutos, mientras que la Junta Directiva nacional se limita a señalar que será en el primer semestre de 2022. La mayoría del partido madrileño pide ahora que, dentro de ese periodo, el cónclave se adelante.

Esta es la principal conclusión de una Junta directiva que se celebraba este viernes con tensión por el malestar trasladado por el entorno de Ayuso ante nombramientos locales que finalmente se han acordado por unanimidad y tras días en los que se han aireado diferencias sobre el adelanto electoral del 4 de mayo y desencuentros que han llevado a Díaz Ayuso a bloquear el wasap al número dos de Casado, Teodoro García Egea.

Después de que Egea no haya acudido a la reunión por motivos personales, las distintas corrientes, los afines a Ayuso y la gestora de García-Escudero, han logrado evitar choques frontales, aunque los cercanos a la presidenta han hecho valer su mayoría en el turno de ruegos. Según indican varias fuentes a Efe, esto ha llevado al presidente del PP madrileño a cortar el turno de intervenciones y a comprometerse a trasladar a Génova las diferentes visiones sobre el congreso.

Tras el encuentro, Andrea Levy, concejal madrileña y presidenta del Comité de Derechos y Garantías, ha trasladado un mensaje de unidad y ha afirmado que el discurso de Ayuso ha sido "conciliador y amable con la dirección nacional" y que las aguas están calmadas.

"Se hará cuando se tenga que hacer"

Pero no ha despejado la incógnita de los tiempos. Levy, cercana a Casado, se ha limitado a señalar que el congreso "se hará cuando se tenga que hacer". Y ha argumentado que lo que toca ahora es construir la alternativa de Pablo Casado contra Pedro Sánchez y no desviarse de este camino con polémicas y problemas internos.

La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha insistido ante los medios en que el congreso se debe celebrar sin más "dilaciones indebidas", porque "tanto la ley de partidos como los estatutos" establecen que los congresos deben celebrarse en "no más de cuatro años".

Pese a esta reivindicación, este viernes los dirigentes del PP han alejado la posibilidad de que se haga efectiva la demanda contra Génova que algunos sopesaron por vulnerar los estatutos; una acción que no le consta a Aguirre y ante la que Levy ha dicho que en el PP todos son responsables.

Díaz Ayuso por su parte ha defendido su postura, que "no es en contra de nadie" ni para "presionar a nadie", y ha dicho que acatará lo que marque el partido. Al mensaje conciliador se ha unido también el alcalde de Madrid, que, antes del encuentro, ha hablado de "sintonía" con la presidenta madrileña.

El PP madrileño sale de este encuentro sin fecha para su congreso autonómico, como tampoco la tiene el PP nacional para la mudanza de su sede, pese a que la Audiencia Nacional ha condenado ya al partido como responsable civil por acometer con dinero negro la reforma del edificio.

Los dirigentes nacionales que este viernes han franqueado sus puertas han circunscrito al pasado esta sentencia, que suma dos años de cárcel a su extesorero Luis Bárcenas.