Mónica García tiene este jueves marcado en el calendario. La médico anestesista, portavoz de Más Madrid y líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso se enfrenta este jueves a una prueba de fuego para su consolidación política: el debate de los presupuestos generales de la Comunidad, el primero que protagonizará desde su llegada a la arena madrileña. Este jueves, la dirigente medirá su solidez más allá del ámbito sanitario, por el que destacó en sus inicios y que le sirvió como trampolín para darse a conocer durante la pandemia.

La dirigente lleva las últimas horas centrada en la preparación de este debate económico, el primero en que ejercerá como líder de la oposición. Los últimos presupuestos que se aprobaron en la Asamblea madrileña se dieron antes incluso de que existiera el partido, y datan de 2019. Las cuentas se aprobaron tras la salida de Cristina Cifuentes y durante la presidencia interina de Ángel Garrido, entonces del PP, que más tarde pasó a Ciudadanos

En 2020, Ayuso pactó su proyecto económico con Ignacio Aguado pero la oposición de Vox y de la izquierda le llevó a prorrogar las cuentas. Y el pasado 10 de marzo, el mismo día en que se iba a cerrar un acuerdo presupuestario con Cs y Vox para este año, la presidenta de la Comunidad precipitó un adelanto electoral ante la amenaza de ser depuesta mediante una moción de censura tras el intento de una operación similar en Murcia

Se da la circunstancia de que no se ha producido en los tres últimos años un debate de calado en esta materia, y hasta el momento la líder de Más Madrid sólo ha protagonizado un cara a cara con Ayuso de similar envergadura, durante el debate de investidura de junio, poco después de los comicios.

Pasada esta etapa inicial y a un año y medio vista de las elecciones autonómicas, el equipo de García es consciente de la especial relevancia del careo que mantendrá este jueves frente a la presidenta madrileña para consolidarse como una candidata con vocación de permanencia más allá de la situación sanitaria. 

La importancia que se ha otorgado a esta cita ha llevado a que García lleve las últimas horas concentrada en preparar los pormenores junto a su equipo más próximo, compuesto por sus asesores habituales de discurso, Pablo Padilla Manuel Monar, con quien ha preparado sus intervenciones. 

La dirigente lleva inmersa en este asunto desde el martes, cuando se anunció el acuerdo presupuestario entre PP y Vox, nutriéndose también del trabajo de los dos diputados autonómicos más especializados en esta materia: Eduardo Gutiérrez, portavoz de Más Madrid en la Comisión de Presupuestos, y Raquel Huerta, portavoz adjunta en este mismo órgano.

La intensidad de la preparación en los últimos días responde también a la disponibilidad de la dirigente, que después de unos meses de adaptación a su nuevo rol político, ha vuelto a su trabajo a media jornada como médico anestesista en el Hospital 12 de Octubre; una labor a la que dedica dos mañanas en semana, o tres aquellas semanas en que no hay actividad parlamentaria convocada en la Asamblea.

Superar la primera etapa

El reto para García es superar la primera etapa como líder de la oposición, un cargo al que llegó aupada por la credibilidad que le daba en ese momento su profesión en el ámbito sanitario, que le valió fuertes simpatías durante la campaña electoral de mayo, marcada por la extrema preocupación por la pandemia. 

Una vez que la inquietud social por el covid parece haber aflojado, reconocen fuentes conocedoras, el reto consiste en convertir a García en una candidata ‘integral’, capaz de manejar todas las materias más allá de los ámbitos en los que estaba especializada. Y este jueves tiene lugar un examen importante. 

Aunque en su entorno señalan que “está bregada en las sesiones parlamentarias y en los cara a cara”, muchos de los asuntos tratados hasta ahora eran más políticos. En este caso concreto, en cambio, la líder de Más Madrid se verá obligada a entrar en el detalle de las cifras, que tendrá que dominar con fluidez para consolidarse como figura política, más allá de la coyuntura del último año y medio. 

En esta misión llevan trabajando ya desde el pasado mayo, cuando se configuró el grupo parlamentario de Más Madrid. El diputado Javier Padilla, también médico de profesión, pasó a hacerse cargo de los asuntos relacionados con la Sanidad, con el objetivo de que Mónica García fuera ampliando su espacio de competencias y fortaleciendo su perfil en materias como la economía o la educación. A ello se suman los ‘careos’ con Ayuso durante las sesiones de control al Gobierno de los jueves. 

La mayoría de estos enfrentamientos dialécticos tendían a ser de corte más ideológico, una dinámica en la que la presidenta de la Comunidad se encuentra especialmente cómoda. Es por ello que Mónica García tratará de aterrizar los debates y apuntar a las políticas públicas concretas; un escenario en que Ayuso se maneja peor y que puede poner en evidencia las lagunas de su proyecto. Dada esta circunstancia, la preparación por parte de García adquiere todavía una importancia mayor. 

PP y Vox acordaron rechazar cualquier enmienda de la izquierda a las cuentas presentadas. Esto llevará a que el debate sea más descafeinado del habitual, aunque desde Más Madrid insistirán en poner en cuestión este rechazo. Algunas de las principales modificaciones que pide el partido madrileño han sido propuestas por colectivos sociales. Y es por esta razón por la que, adelantan, no renunciarán a llevarlas al debate.