El maquinista que el 24 de julio de 2013 conducía el tren Alvia que descarriló en Angrois se subió este jueves al estrado dispuesto a poner en evidencia las supuestas carencias de seguridad de la línea. "El accidente sirvió de análisis de riesgos, para desgracia de las víctimas y mía", aseveró Francisco José Garzón Amo durante su declaración en la segunda jornada de la vista oral del juicio.

Estaba previsto que a continuación declarase el otro acusado, el exdirectivo de Adif Andrés Cortabitarte, pero la jueza aceptó un aplazamiento a la próxima semana. Su abogado esgrimió que está afectado por el incidente de ayer, cuando el familiar de uno de los 80 fallecidos en el siniestro le propinó un golpe en la cabeza. También apuntó que la comparecencia sería más larga que la del empleado de Renfe.

Garzón, que se derrumbó al comienzo y al final de su intervención, contestó durante unos 55 minutos a las preguntas de su abogado, Manuel Prieto, y luego declinó responder al resto de partes. Las cuestiones de su letrado estuvieron encaminadas a enfatizar que cumplió en todo momento la normativa vigente y que ningún elemento de seguridad impedía que entrase en la curva de A Grandeira a una velocidad muy superior a los 80 kilómetros por hora marcados. "Se podía llegar a la curva a 200 km/h sin incumplir la señalización y el libro horario", aseveró el maquinista.

El abogado empezó su interrogatorio tratando de evidenciar las carencias en la formación que Renfe impartió al maquinista. Las prácticas las realizó en la vía 2, que cuenta con una señalización algo más detallada que la 1, en la que ocurrió el siniestro. También recordó, como ya hizo anteriormente, que un jefe de maquinistas había traslado la peligrosidad de la curva, una percepción que él compartía.

Otro de los puntos sobre los que se centró la defensa —Garzón está acusado de 80 homicidios por impudencia profesional grave— fue el de aclarar que estaba obligado a atender la llamada del interventor. Esa comunicación está en el origen de la "desorientación" del maquinista: "En ningún momento dejé de prestar atención a la vía, seguí respetando todas las señales [...] La llamada me desubicó, creía que estaba en el túnel anterior".