Discurso navideño

Aragonès exige a Sánchez pactar este 2024 una "financiación singular" para Cataluña

El president pide "responsabilidad y compromiso" a la oposición para aprobar los presupuestos catalanes

Aragonés dice en su mensaje de Navidad que el siguiente paso será votar sobre la independencia

Video: Agencia Atlas / Foto: Generalitat de Cataluña

Quim Bertomeu

Aunque al principio de la legislatura no formaba parte de las prioridades del Govern, la demanda de una "financiación singular" para Cataluña ha ido ganando peso en el orden de prioridades de Pere Aragonès. Lo ha hecho hasta el punto que el president de la Generalitat ha utilizado su discurso navideño pronunciado este martes día de Sant Esteve para fijar el 2024 como el año en que el Govern debe "acordar" con el Gobierno central este nuevo sistema de financiación para poner fin a "un déficit fiscal insoportable" que lastra la administración catalana. El objetivo final, tener más recursos para la sanidad, la educación, los trabajadores, la dependencia y la lucha contra la violencia machista, ha concretado.

Ya hacía unas semanas que el president venía hablando de financiación y, en el acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC, se pactó crear una comisión bilateral para abordar este asunto. Sin embargo, el discurso pronunciado este martes da un salto de calidad en la reivindicación del Govern, ya que fija el año que viene como el plazo máximo para lograrlo. Es decir, ya no es una demanda en un horizonte a medio plazo, como podría ser la del referéndum pactado, sino una exigencia a corto.

Aragonès ya ha esbozado cómo debe ser esta financiación singular y pasa básicamente por sacar a Cataluña del régimen común que comparte con el resto de comunidades autónomas para acercarse a un régimen especial como del que disponen el Euskadi y Navarra. Su propuesta sería dar plenos poderes a la agencia tributaria catalana -creada por el Estatut, pero de competencias hoy limitadas- para gestionar todos los impuestos que se recaudan en Cataluña. De hecho, se ha comprometido a tener una propuesta lista antes del mes de abril, cuyo redactado ya ha encargado a la consellera de Economia, Natàlia Mas.

Está por ver qué margen tiene Pedro Sánchez para negociar este asunto. En su visita la semana pasada a Barcelona, el presidente del Gobierno abrió la puerta a nueva financiación, y se ha abierto varias veces a una reforma del sistema que afecte a todo el mapa autonómico, pero de aquí a sacar Cataluña del régimen común hay una gran distancia, probablemente inasumible para el PSOE por el revuelo que generaría en comunidades gobernadas por el PP e incluso en autonomías socialistas. Para Aragonès, sin embargo, cualquier desenlace tiene potencial: si lo logra, será un triunfo para exhibir; si no, será un agravio para convertir en una de sus bazas electorales para los comicios al Parlament previstos, a más tardar, en febrero de 2025.

Presupuestos y Rodalies

El tema económico y social ha tenido un gran peso en el discurso de este año. El president también ha pedido "responsabilidad y compromiso" a la oposición para aprobar los Presupuestos de la Generalitat de 2024 porque son "imprescindibles para seguir avanzando". "Lo pido a los grupos parlamentarios y tengo el convencimiento de que todos estaremos a la altura", ha dicho.

Pido responsabilidad y compromiso a los grupos parlamentarios y tengo el convencimiento de que todos estaremos a la altura

Pere Aragonès

— President de la Generalitat

Si logra estos presupuestos, tendrá vía libre para agotar el mandato. Pero, por si acaso no lo logra y acaba avanzado los comicios, también ha aprovechado el discurso navideño para intentar sacar pecho de la gestión de su Govern. Así, ha hablado de las "grandes metas" logradas como la tasa de paro "más baja en 15 años"; el aumento de docentes, personal sanitario y Mossos d'Esquadra; las inversiones industriales conseguidas -como la de Lotte Energy-, y el traspaso a la Generalitat de las competencias en Rodalies y el Ingreso Mínimo Vital -los dos pactados, pero aún por concretar-.

Pese a defender su gestión, el president no ha rehuido los dos temas más complicados para el Govern por el desgaste que le están generando: la gestión de la sequía y el terremoto generado por los malos resultados del informe PISA. Sobre la falta de agua, ha avisado de que tras el "compromiso extraordinario de campesinos y agricultores" ahora se requerirá un "esfuerzo del resto de la sociedad" para evitar un exceso de consumo, mientras que en el ámbito educativo ha prometido "aún más esfuerzos" para mejorar el sistema.

Referéndum y amnistía

El discurso navideño de este año no será recordado por grandes proclamas ni anuncios sobre el 'procés'. El president se ha felicitado por la amnistía, en pleno trámite en el Congreso, y ha confiado en que se aprobará y es aplicará "plenamente" pese a todos los obstáculos que pondrá la derecha y una parte de la judicatura. Sobre el referéndum, nada fuera del guion habitual. Aragonès quiere que el 2024 se abra un "proceso de negociación con el Estado" para que Cataluña "decida libremente su futuro". Pero a diferencia de la demanda de una nueva financiación, aquí los plazos son menos estrictos.

Para quien considere que la exigencia de un referéndum pactado no va a ninguna parte porque el PSOE lo rechaza frontalmente, el president ha ofrecido su argumento de cabecera para este asunto: también "decían que la amnistía era imposible" y ahora se está tramitando en el Congreso. En definitiva, para el jefe del Govern la vía del referéndum será un 'sin prisa, pero sin pausa'.

Tercer año de sello propio

Cuando entró de president en mayo de 2021, Aragonès quiso introducir algunos detalles nuevos para tratar de darse un sello propio. Por ejemplo cambió el color corporativo de la Generalitat -del azul que se asociaba a tiempos convergentes al blanco-, y también cambió el discurso de Navidad. Para distanciarse del resto de presidentes autonómicos, lo hizo migrar del 30 de diciembre, como era costumbre, al 26, festivo en Cataluña por Sant Esteve. Este ha sido su tercera alocución en el nuevo formato.

Además, convirtió el discurso en itinerante y cada año es en un emplazamiento con valor simbólico. En esta ocasión lo ha hecho desde el depósito del rei Martí, en el distrito barcelonés de Sant Gervasi-Bonanova. Una forma de reivindicar la importancia de la gestión del agua en plena sequía. Una sequía que marcará la recta final de su mandato y que condicionará su reelección como president.