Tras ser renovado en el cargo

García Ortiz se reafirma en su neutralidad política para no situar a la Fiscalía "en el centro de la polémica"

Aseguró que los fiscales forman "parte de una institución democrática y constitucional" y como tal contribuye a "la fortaleza del sistema democrático que no es ni puede ser un sistema inmóvil"

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. / Alejandro Martínez Vélez / EP

Ángeles Vázquez / Cristina Gallardo / Tono Calleja

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, aprovechó su toma de posesión, tras ser renovado por el Gobierno, para defender su neutralidad política y presentarse como "la mejor garantía del trabajo diario de todos los fiscales; velador -y valedor- de quienes ejercen y han ejercido su función como custodios de nuestro ordenamiento jurídico desde una posición de absoluta imparcialidad".

Como ya dijo en la Comisión de Justicia del Congreso, García Ortiz aseguró que no pretende "ser un comentarista de la actualidad política o judicial". "Me mantendré siempre -y así mantendré a la institución- en el espacio de lo jurídico. Si el fiscal general abandona ese escenario, se coloca en un lugar idóneo para la contienda mediática, para el activismo asociativo, y no para el recto desempeño de su función constitucional".

"Convertir al fiscal general en un opinador es situarlo en el centro de la polémica. Y las polémicas siempre favorecen a unos y perjudican a otros. Ese no es el modelo de ministerio fiscal imparcial que proclama la Constitución", explicó, aunque no le sirvió para conjurar la polémica ni siquiera un día, porque los vocales de la Asociación de Fiscales le recriminaron en un comunicado no haber atendido la petición del Senado de hacer un informe sobre la amnistía.

El colectivo dice mostrar su “más profunda estupefacción y rechazo al constatar que una petición de esta naturaleza y relevancia procedente de un órgano constitucional, no sólo no ha sido atendida, sino que se ha sustraído al conocimiento del Consejo Fiscal durante semanas”. El comunicado responde a la carta que remitió al fiscal general el presidente del Senado, Pedro Rollán, en la que le recuerda la petición de la Mesa del Senado al Consejo Fiscal del pasado 7 de diciembre de un informe sobre la amnistía "sin que hasta la fecha se haya recibido comunicación alguna”.

Soportar "las más fuertes tensiones"

En su primer discurso tras su renovación García Ortiz no mencionó en ningún momento la amnistía. Lo centró en defender la "institución democrática y constitucional" de la que forman parte los fiscales y que como tal contribuye a "la fortaleza del sistema democrático que no es ni puede ser un sistema inmóvil: evoluciona, aprende de sí mismo y es el reflejo de la sociedad a la que sirve". "Es capaz de soportar las más fuertes tensiones si nosotros somos capaces de cuidar y preservar las instituciones", aseguró.

De ahí, que en su opinión, "promover la confianza institucional sea esencial para el correcto desenvolvimiento de la convivencia, para la integración de la ciudadanía en torno a los valores y principios democráticos, para fortalecer culturas cívicas, plurales y respetuosas con los derechos de los demás".

Además, el fiscal general aseguró que tiene "en la agenda la aprobación de varias instrucciones que implicarán reforzar el sistema de controles y contrapesos de la institución y mejorar el régimen de toma de decisiones, garantizando a su vez la autonomía individual de los fiscales. Abordarán el sistema de discrepancias en el seno de la fiscalía, las avocaciones y sustituciones en la llevanza de los procedimientos, la dación de cuenta a los superiores jerárquicos y la labor de visado por las jefaturas y los delegados de las especialidades".

Igualmente, anunció una sobre comunicación para que contar con las mejores herramientas para cumplir la función de informar a la opinión pública que nos encomienda la ley; así como la ya anunciada Circular para la protección y tutela de las víctimas en el proceso penal.