Lucha contra el narcotráfico

"Mandar a los agentes a Barbate con esa lancha fue un suicidio": Vigilancia Aduanera advierte de que trabajan en precario

La flota con la que cuenta España para perseguir a los narcotraficantes "está obsoleta y averiada"

Aseguran que "no sólo es cuestión de medios; es que ya nadie quiere venir a trabajar a Cádiz"

Embarcacion incautada con 1200 litros de gasolina y usada como narcolancha, en una imagen de archivo.

Embarcacion incautada con 1200 litros de gasolina y usada como narcolancha, en una imagen de archivo. / EP

David López Frías

"Si no dimite, lo que debería hacer el ministro Marlaska es depurar responsabilidades y cortar cabezas, a ver quién fue el 'lumbreras' que mandó a los agentes de la Guardia Civil a Barbate con una zodiac de 6 metros que sirve para ir a la playa. Aquello fue un suicidio".

El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, ha hablado con fuentes del SIAT (Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria) de Vigilancia Aduanera, que han advertido de que las fuerzas de seguridad están peleando en precario contra el narco. Lo acontecido en Barbate el pasado viernes es "sólo una muestra. Pero es el día a día de nuestro trabajo contra el narcotráfico".

Estas fuentes denuncian que "faltan recursos, intentar acabar con el narco con estos barcos precarios es imposible. Los narcos cuentan con unas embarcaciones mucho más preparadas que nosotros. Ya no es cuestión de que choquen o atropellen, como hicieron la semana pasada; es que solamente con el oleaje que provocaron, ya le podrían haber dado la vuelta a la precaria embarcación que llevaban los agentes", explican desde el sindicato.

Todas averiadas

En la conversación enumeraron la flota con la que cuentan los efectivos destinados a perseguir narcos en España, "y además de que se trata de barcos que no están en igualdad de condiciones con los narcotraficantes, todas nuestras embarcaciones están averiadas", se quejan. A saber: "Contamos con una, la más grande, que se llama Gerifalte. Es el nombre de un ave de presa. Esa hace 31 metros, esa la más grande que tenemos. Pero lleva 6 años averiada y no hay forma de que la reparen", explican.

La siguiente "se llama Milano II, que es el nombre de otro ave, porque estas embarcaciones suelen estar bautizadas con nombres de aves de presa. La Milano II es más pequeña, de 14 metros, más o menos del tamaño de las lanchas de los narcos. Pero es mucho más endeble que esas planeadoras. Tampoco resiste un impacto. Pues esa salió ardiendo hace 4 meses y tampoco podemos contar con ella", aseguran.

Acaban su enumeración con "Dos Águilas, que son embarcaciones de 17 metros. Están constantemente en marcha. Salen, entran, aguantan el mal tiempo... y eso las desgasta muchísimo. Se rompen. Y es que hay que tener en cuenta que son embarcaciones que tienen 23 o 24 años. Como otra que hay en Málaga, también averiada, que se llama Décimo Aniversario. Le pusieron así porque la fabricaron cuando la Agencia Tributaria cumplió diez años. Es decir, en 1999. Están totalmente envejecidas".

Lucha desigual

Al respecto, aclaran que "el narcotraficante cuenta con embarcaciones mucho más modernas y preparadas. Más fuertes y potentes. En Cádiz hay unas zodiac de 12 metros, compradas hace 4 años, que son inadecuadas para la zona en la que trabajamos. Son barcos muy endebles. Con mucho motor, pero inseguras para la tripulación. No tiene estabilidad. Una goma de las que pilotan los narcos la desmonta entera".

E insisten en que, a pesar de que tengan, aparentemente, las mismas medidas que las planeadoras de los narcotraficantes, se trata de una lucha desigual: "Da igual que ambas midan 12 metros: la nuestra pesa 2.000 kilos y tiene dos motores fueraborda. La del narco pesa 5.000 kilos y tiene 4 motores fueraborda. Las suyas tienen 1.300 caballos de potencia. La nuestra, solamente 600 caballos. Si así ya es una pelea desigual, imagínate lo que hicieron con los pobres compañeros de la Guardia Civil, que los mandaron con una zodiac de 6 metros".

Pero no sólo por los medios se quejan: "También faltan personas, porque ya nadie quiere ir a Algeciras a trabajar. Estamos hablando de una zona peligrosa para trabajar, en la que pueden pasar cosas muy graves. Por ejemplo, que te maten. Es algo que venimos advirtiendo hace tiempo; al final ha tenido que suceder una desgracia".