Entrevista

Paulino Rivero: "La fractura política en todas las relaciones entre el PP y el PSOE tuvo su origen en los atentados del 11M"

Fue el presidente de la comisión de investigación del 11M durante casi un año

"Los derrotados fueron las víctimas"

Paulino Rivero en una imagen de archivo en el despacho presidencial del CD Tenerife SAD.

Paulino Rivero en una imagen de archivo en el despacho presidencial del CD Tenerife SAD. / Jorge Dávila

Jorge Dávila

¿Cómo recuerda los días anteriores a ser designado presidente de la comisión de investigación de los atentados del 11M?

A diferencia de otras comisiones que ya se habían constituido en el Congreso de los Diputados y en el Senado, ésta nació a partir de un consenso de todas las fuerzas políticas para nombrarme presidente.

¿Quién se lo propuso?

Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y Eduardo Zaplana (PP) ejercían las funciones de portavoces de los dos grupos con mayoría parlamentaria. Ellos fueron los primeros que hablaron conmigo y me propusieron si estaba dispuesto a aceptar la presidencia. Ambos coincidieron en el hecho de que se trataba de una decisión conjunta que, luego, obtuvo el respaldo de todas las fuerzas minoritarias. En España aún no se ha constituido una comisión con esa unanimidad.

¿Nunca pensó que aquello era un caramelo envenenado?

Canarias está a muchos kilómetros de distancia de Madrid y aquí [el presidente del CD Tenerife SAD nos atiende en las oficinas del club localizadas en el estadio Heliodoro Rodríguez López] casi siempre vemos las cosas de otra manera. Los canarios somos bastante equilibrados y ponderados a la hora de valorar las situaciones que ocurren lejos de las Islas, entre otros motivos, porque no somos ajemos a la realidad que afecta a todo el país. Tampoco creemos en el partidismo a ultranza. El hecho de pertenecer a un grupo minoritario que no estaba agarrado a ninguna de las dos fuerzas políticas dominantes facilitó mucho la decisión. La capacidad de analizar lo ocurrido el 11M desde la neutralidad me colocó en el centro de la comisión de investigación de los atentados de Madrid.

¿Fue un encargo express?

Sólo habían pasado dos semanas entre los atentados y la constitución de una comisión que arrancó en plena investigación policial y judicial. A todo esto le sumamos el hecho de que había unas elecciones europeas poco después. El 11M se convirtió para muchas personas en la principal causa por la que el Partido Popular salió del Gobierno y, además, el ambiente en la calle estaba muy crispado, tanto a nivel político como por los medios de comunicación.

¿La ciudadanía tenía motivos para sentirse engañada?

España se rompió con los atentados del 11M [silencio]... Yo mantengo la tesis de que la fractura política en todas las relaciones entre el PP y el PSOE tuvo su origen en los atentados del 11M. Cuando le digo todas incluyo lo que pasa en sus bases y los movimientos que se dan en la primera línea de la política nacional. Las consecuencias del atentado y cómo las usaron los que perdieron y los que ganaron abrió una zanja gigantesca entre ellos. El partido que venció en las elecciones del 14 de marzo de 2004 no tuvo la generosidad para acercarse a su enemigo en un momento tan crítico y los derrotados no aceptaron nunca lo que les acababa de suceder en las urnas. El ambiente envenenado en los medios de comunicación tampoco ayudó...

"El PSOE fue poco generoso con su victoria en las urnas y el Partido Popular no aceptó su derrota"

...¿qué responsabilidad le atribuye a la prensa?

Pues se dio un alineamiento con las tesis de unos y otros. Casi siempre la comisión de investigación iba por un lado y los medios de comunicación por otro. Muchos días tuve la impresión de que las crónicas estaban redactadas antes de que se diera una comparencia en la comisión del 11M.

Aquella comisión acabó siendo un desfile de testimonios por el que pasó hasta el portero de una de las fincas próximas al lugar en el que apareció la furgoneta con los explosivos.

Fueron unas jornadas maratonianas que, efectivamente, comenzaron con la declaración del portero y acabaron con la comparencia del presidente Zapatero, justo antes de las dos personas que representaban a las víctimas, Pilar Manjón [expresidenta de la Asociación 11M-Afectados del Terrorismo] y Francisco José Alcaraz [presidente de la Asociación Voces contra el Terrorismo]. El punto más elevado de aquella comisión, y le aseguro que hubo muchos, se produjo con los testimonios del expresidente José María Aznar (Partido Popular) y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE)...

Tomar declaración a un expresidente y a un presidente del Gobierno en la misma comisión de investigación se convirtió en un hecho histórico, ¿no?

Yo no recuerdo una comisión en la que hayan comparecido un presidente o un expresidente de Gobierno a la vez... La de Zapatero duró casi 15 horas. Las sesiones fueron duras, largas e intensas.

"Aznar jugó sus cartas hasta el final: la verdad ya estaba en la calle y la historia cambió"

¿Cuál fue el momento más crítico?

Hubo muchos días tensos y crispados. La presión política y mediática era mayúscula, porque los intereses que estaban sobre la mesa no eran precisamente pequeños... Eso se notó desde el primer día en la sala y, por lo tanto, había que procurar un gran equilibrio emocional para que no se saliera de madre. El gran empeño de la comisión fue dejar dos cosas claras: mejorar sensiblemente las condiciones del Estado en la lucha contra el terrorismo islamista y, sin duda, hacer todo lo posible para impulsar más medidas de apoyo a todas las víctimas.

¿De alguna manera nos pasó lo mismo que a los americanos el 11 de septiembre de 2001?

Sí, nos cogió con la guardia baja. A raíz de los testimonios que se escucharon en la comisión [expertos policiales, judiciales, agentes secretos, médicos forenses...] nos quedó clara una cosa: a nivel europeo, España había sido una referencia en la lucha contra ETA, pero no tenía ni idea de terrorismo islámico. Logramos derrotar a los asesinos que estaban aquí, pero no vimos llegar a los que vinieron de fuera.

¿Nos dormimos en los laureles?

Yo no le puedo contestar esa pregunta, pero lo que sí le puedo decir es que en el Cuerpo Nacional de Policía no había ni un solo traductor de árabe, es decir, que si no existía una cosa tan elemental no podemos esperar grandes avances en la investigación contra el terrorismo yihadista. Todas las mejoras se pusieron en marcha tras el 11M.

¿El 11M acabó convirtiendo a los recursos policiales españoles en uno de los mejores de Europa en la lucha contra el terrorismo islamista?

Eso es verdad [abre otra pausa]. Las mejoras fueron notables, pero el pasado no lo podemos borrar.

¿No cree que la gente esperaba más de la comisión del 11M?

Hicimos lo que pudimos... Si tenemos en consideración que las tesis del presidente del Gobierno (José María Aznar ) y del ministro del Interior (Ángel Acebes) en las horas que siguieron a los atentados se mantenían firmes con la idea de que las bombas las había colocado ETA, es normal que se llegara a esta comisión con dudas; sin despejar al cien por cien la sospecha de que los etarras no andaban metidos en el ajo, a pesar de las noticias que señalaban con solidez al terrorismo islámico. Hubo políticos que se empeñaron en apuntalar esa teoría incluso cuando la comisión de investigación ya estaba en marcha.

"España había sido una referencia en la lucha contra ETA, pero no tenía ni idea de terrorismo islámico"

Aznar nunca reconoció abiertamente que detrás de todo no estuviera la mano de ETA.

Lo dijo muy claro en su comparecencia cuando habló de «montañas cercanas»... Aznar insistió en el hecho de que «las personas que cometieron los atentados no eran de lugares lejanos, sino que habían venido de montañas cercanas». Debemos tener en cuenta que los atentados cambian la historia de España y de las elecciones de 2004. Rajoy estaba muy por delante de Zapatero, pero el 11M le dio la vuelta a la tortilla. Aznar quiso jugar sus cartas hasta el final, pero la verdad ya estaba en la calle y la historia cambió... O espontáneamente o alguien movió los hilos por detrás, pero España se movilizó horas después de los atentados para pedir explicaciones. Oír a dos millones de manifestantes gritar «¿Quién ha sido, quién ha sido?» en el centro de Madrid se convirtió en la sentencia final.

¿Antes no terminó de contestar si usted cree que los españoles esperan más de la comisión?

Para como estaba el ambiente, se consiguió lo que era posible. La tarea de saber con todos los detalles quiénes habían sido los asesinos o qué es lo que falló le correspondía a los recursos policiales y a la justicia, no a los miembros de la comisión. Nuestra gran aportación a la democracia fue dejar claro que había que tomar medidas para mejorar la seguridad del Estado. Le aseguro que no fue nada sencillo tener que aislarnos del ruido y los intereses políticos.

¿Hubo muchas filtraciones?

Más de las que usted se imagina. La comisión fue abierta a todos los medios de comunicación, pero hubo dos sesiones que se declararon secretas [ríe]. ¡Fueron todo, menos secretas!

¿Había un topo?

No lo sé [silencio]... Yo lo único que le estoy diciendo que hubo dos comisiones secretas: una en la que se trataron las situaciones de riesgo que por aquel entonces existían en España y otra sesión especial en la que se tocaron aspectos que hacían referencia a una Comisión Especial de Secretos del Estado, a la que fueron citados miembros del CNI. En esas reuniones se pusieron sobre la mesa muchos informes del Centro Nacional de Inteligencia a los que no se les dejó hacer fotos ni copiar partes de su contenido. No hace falta que le cuente que algunos fragmentos de la información que vimos en una sala cerrada aparecieron en las portadas de varios periódicos y en los informativos de radio y televisión.

¿Veinte años después, usted cree en las mismas circunstancias se habrían celebrado las elecciones del 14M?

Eso es algo muy difícil de parar. Un país no se puede plegar a las exigencias terroristas vengan de donde vengan. Una forma de pelear era acudir a las urnas y no paralizarnos.