La selección francesa, que se había proclamado campeona mundial en 1998, consiguió el 'doblete' con la obtención de la Eurocopa de Bélgica y Países Bajos 2000 gracias a un gol de oro en la final ante Italia, que rozó el título con los dedos de las manos.

El equipo galo, liderado por Zinedine Zidane, cumplió con su condición de favorito, asignado por su título mundial y por el potencial de una plantilla en la que Roger Lemerre, sucesor de Aimé Jacquet, supo aunar con eficacia veteranía y juventud.

Francia solventó la primera fase con autoridad y solo perdió ante Países Bajos en el tercer partido, cuando ambos tenían asegurada su presencia en cuartos de final.

Pero a partir de ahí tuvo sus dosis de fortuna, porque su avance en el torneo se vio marcada por los errores de los rivales, la polémica y el oportunismo. Contra España en cuartos no fue superior, pero ganó por 2-1 gracias a un penalti malogrado por Raúl González en la fase decisiva de la contienda; frente a Portugal en semifinales también estuvo al borde del k.o. y sólo pudo progresar con un gol de oro de penalti transformado por Zinedine Zidane en una mano polémica de la zaga lusa.

Incluso en la final, en la que se midió a Italia, Francia tuvo el partido perdido. Marco Delvecchio adelantó a los 'azzurri' y Zidane y compañía se quedaron más que tocados, incapaces de superar la resistencia de su duro rival. Pero cuando el partido alcanzaba el pitido final los galos encontraron la supervivencia con un remate de Sylvain Wiltord, y en la prórroga lograron su segundo título europeo gracias a un gol de oro de un joven David Trezeguet.

Italia no podía creérselo. Lo había tenido ganado, pero Francia, con un gran equipo, no se rindió y entre la fe y la fortuna, le arrebató la gloria y confirmó su condición de mejor selección de la época.

LA FIGURA DEL TORNEO

ZINEDINE ZIDANE: El conductor estelar de unos muy jóvenes Henry y Trezeguet.

‘Zizou’ fue el director de orquesta de los ‘bleus’. Ya había llevado a los suyos a la gloria dos años atrás, en el Mundial que oficiaron de locales, gracias a los cabezazos contra Brasil en la final. En esta edición, su gol desde el punto de penal contra Portugal sirvió para meterse en el partido definitivo.  

FICHA DE LA FINAL:

Francia: Barthez; Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu (Pires, 86’); Deschamps, Viera; Djorkaeff (Trezeguet, 75’), Zidane, Henry; Dugarry (58’).

Italia: Toldo; Pessotto, Cannavaro, Nesta, Iuliano, Maldini; Di Biagio (Ambrosini, 65’), Fiore (Del Piero, 52’), Albertini; Totti, Delvecchio (Montella, 86’).

Goles: 0-1 M. 55 Delvecchio. 1-1 M. 90 Wiltord. 2-1 M. 107 Trezeguet.

Árbitro: Anders Frisk (Suecia). TA: Thuram / Di Biagio, Cannavaro, Totti.

Incidencias: Partido disputado en el estadio De Kuip de Rotterdam ante 50.000 espectadores.