Hay casi de todo y casi para todos los bolsillos. Quien esté dispuesto a probar la cocina tradicional de otros países y a desembolsar, al menos, unos 30 euros por cubierto puede encontrar la horma de su zapato en uno de los doce restaurantes que los países participantes gestionan dentro del recinto Expo. Lo que resulta más complicado es elegir uno de ellos y, sobre todo, conseguir una mesa libre si se trata de uno de los más recomendados.

En la mayoría de establecimientos han optado por no hacer reservas, dado que la demanda está asegurada. Así, hay quienes han tenido que renunciar a probar las especialidades de Polonia después de una de hora de espera a las puertas de su restaurante. En los restaurantes del pabellón de Aragón y del pabellón español, por el contrario, las reservas son bienvenidas. Quedan pocos huecos en la agenda de estos dos establecimientos, que están al completo a diario. Tras las dos primeras semanas en funcionamiento, en los restaurantes de los países participantes están más que satisfechos. No está tan claro en el caso de los visitantes, que, en su mayoría, aterrizan en Ranillas sin reserva previa o sin conocer con detalle la oferta de precios, horarios y mesas en los distintos locales.

Por el momento, no existe ningún punto de información específico sobre la oferta culinaria. "Queremos que esa información esté en la página web de Expo Zaragoza y también en las pantallas de información dinámica del recinto y se está trabajando en ese sentido", asegura Francisco Azlor, Jefe de Restauración de la Expo. Para él, la capacidad de restauración del recinto "aún no se ha puesto a prueba", ya que la mayor afluencia de visitantes se espera a lo largo del mes de julio. Sin embargo, reconoce que se han dado problemas de colas en horas y días puntuales.

Otro tanto sucede con los grupos de empresarios o delegaciones de países. En este caso, la reserva se hace obligada. Algunos invitados tendrán que buscar fuera del recinto si quieren probar la gastronomía local. Antonio Lasheras, gerente del restaurante La Bastilla, que gestiona la restauración del pabellón de Aragón, explica que este establecimiento ha tenido mucho éxito, sobre todo, entre profesionales y delegaciones de otros países. "La delegación ceutí lleva varios dias esperando para poder reservar, pero, lamentablemente, no podemos atender a todos" -dice- y subraya que en el restaurante aragonés es "casi imposible tener mesa con solo una semana de antelación, a menos que haya alguna anulación". La reserva, obligatoria, puede hacerse por teléfono (976-713626). Este restaurante, que sirve del orden de 200 cubiertos diarios, está completo hasta finales de julio y cuenta ya con bastantes reservas para el mes de septiembre.

El restaurante del pabellón de España ofrece la posibilidad de reservar mesa con antelación. "No es obligatorio, solo para los grupos, pero sí es bueno, porque llenamos todos los días", dice Pui Cermeño, de Maher. Vista la afluencia de público, los responsables del restaurante portugués no lo pensaron dos veces y esta semana adaptaron el local para duplicar el número de mesas disponibles.