La plataforma El Bergantes no se Toca ha anunciado este domingo que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no contempla la opción de construir una presa sobre este río en el municipio de Aguaviva (Teruel), de manera que atiende a las alegaciones presentadas por el consistorio de la localidad contra esta infraestructura.

Según ha informado la plataforma en una nota de prensa, el ministerio ha hecho público un documento de alcance del Estudio de Impacto Ambiental, que se redactará dentro del proyecto de Mejora de la seguridad hidrológica de la presa de Calanda, en el cual se han establecido las cuatro opciones que finalmente se deberán contemplar y que no incluye esta presa.

En concreto, de las nueve alternativas viables planteadas en un estudio Informativo impulsado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), entre las que figuraba la opción de la presa de Aguaviva sobre el río Bergantes, finalmente el ministerio ha decidido que únicamente se deberán considerar aliviaderos adicionales a cielo abierto con período de retorno 1.000 años y 10.000, el aliviadero adicional con un túnel y la presa de Calanda de hormigón.

Desde la plataforma apuntan que, con esta decisión, se atienden las alegaciones presentadas al respecto por el Ayuntamiento de Aguaviva, consensuadas con la Plataforma El Bergantes no se Toca, dentro del período de consultas que abrió el órgano ambiental del ministerio, en las que el consistorio solicitó el descarte definitivo de la propuesta para la construcción de la presa de laminación en el río Bergantes.

También realizaron aportaciones durante este proceso otras entidades como el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, el Ilustre Colegio de Geólogos de Aragón, el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) o la Dirección General de Interior y Protección Civil del Gobierno de Aragón.

Las cuatro alternativas establecidas como válidas proponen actuar sobre el origen del problema de seguridad existente, es decir, sobre la propia presa de Calanda, de manera que tres de ellas consisten en la construcción de nuevos aliviaderos para incrementar la capacidad de desembalse, mientras que la restante opción conllevaría la sustitución de la presa existente por una nueva de hormigón situada justo debajo de la actual, cerrada.

Según la plataforma, sobre la base de estas alternativas deberá estudiarse la posibilidad de incluir otras actuaciones que reduzcan aún más los posibles impactos detectados, como la propuesta de permitir la movilidad completamente natural del Bergantes, lo que podría suponer recuperar amplitud en su lecho y, en consecuencia, una mayor laminación natural de caudales de crecida.

Asimismo, el ministerio también estudiará como alternativas adicionales la modificación de los aliviaderos actuales para rebajar su cota de desagüe, de forma que disminuya considerablemente el riesgo de rebose de la presa actual, o el establecimiento de una nueva cota máxima de llenado del embalse por debajo de la actual que aumente adecuadamente el resguardo frente a una gran avenida.

El Ministerio asevera también que deberá quedar garantizado que cualquier acción que se acometa no afecte ni a la zona correspondiente al Lugar de Interés Comunitario (LIC/ZEC) del río Bergantes ni a la llanura de inundación entre Aguaviva y la confluencia con el Guadalope, de manera que dicho espacio debe quedar ajena a todos los trabajos de construcción o reforma ejecutados y no debe sufrir “la más mínima alteración de sus características naturales”.

Desde El Bergantes no se Toca apuntan que, aunque por el momento no se ha realizado un descarte definitivo de manera explícita, la “claridad y rotundidad” de los argumentos esgrimidos por el ministerio supone cerrar cualquier posibilidad de volver a plantear la construcción de la presa de Aguaviva, por lo que solicitan a la CHE que se pronuncie al respecto emitiendo públicamente dicho descarte.