Todo un barrio para descubrir a una persona

El entorno más próximo es clave para conocer las habilidades e inquietudes de los participantes en el proyecto Empleo Personalizado de Plena Inclusión Aragón

Alejandro y Clara, en uno de sus paseos

Alejandro y Clara, en uno de sus paseos

El Periódico de Aragón

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Plena inclusión Aragón y sus entidades Kairós y Valentia están desarrollando en esta comunidad autónoma el proyecto Empleo Personalizado de Plena inclusión, por el que 502 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo participan en un estudio que pretende servir para mejorar las prácticas de promoción de empleo entre las personas más vulnerables. De ellas, 252 se están beneficiando además de itinerarios laborales basados en la metodología del empleo personalizado, que consiste en la creación de nuevos puestos de trabajo, diseñados pensando en una persona concreta, y en colaboración con empresas.

El proyecto está impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el marco del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia y financiado, con dos millones de euros, a través de los Fondos Next Generation.

Las once personas con discapacidad intelectual beneficiarias en Aragón de dichos itinerarios han entrado ya en la primera de las cuatro fases en las que se aplica esta metodología, denominada de exploración y descubrimiento. Con el apoyo de las profesionales del programa, tratan de averiguar qué tipo de trabajos se les dan mejor y cuál sería el empleo de sus sueños, como paso previo para tratar de dedicarse a aquello que les permitirá ganarse la vida siendo felices.

Para facilitar este descubrimiento se generan espacios de escucha para conocer mejor a la persona beneficiaria. En dichos encuentros, se revisa su trayectoria vital, contando siempre con las personas que mejor la conocen para detectar sus rutinas e intereses. Con ellas, se crea un mapa de relaciones interpersonales y comunitarias.

En paralelo, se recopila más información sobre el entorno de los participantes, desde los recursos comunitarios, como los centros cívicos, hasta los bares o comercios de su barrio, para impulsar su participación en su medio social más cercano.

Por ejemplo, Clara, responsable del proyecto en Aragón, lleva varias semanas acompañando a Alejandro, uno de los beneficiarios, en esta fase de descubrimiento. Han charlado con su familia, han paseado por su barrio y han asistido a actividades comunitarias. Con todas estas variables, Clara tratará de clarificar cuáles son las áreas vocacionales de Alejando.

El próximo paso será la creación de un círculo de apoyo con las personas más cercanas a Alejandro para terminar de conocerlo desde múltiples perspectivas. Será él mismo quien determine qué personas forman parte de dicho círculo.