Calatayud mejora su accesibilidad cognitiva

El servicio Creando Espacios Accesibles de Plena inclusión Aragón forma a quince personas con discapacidad intelectual apoyadas por Amibil

El grupo de validadores de Amibil, en la biblioteca.

El grupo de validadores de Amibil, en la biblioteca. / Servicio especial

El Periódico de Aragón

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¿Qué requisitos tienen que cumplir un documento, un espacio o una aplicación del móvil para ser fáciles de entender? Eso es lo que está tratando de desentrañar un grupo de personas usuarias de Amibil, que estos días está recibiendo formación en accesibilidad cognitiva.

A través del servicio Creando Espacios Accesibles de Plena Inclusión Aragón, quince personas con discapacidad intelectual y del desarrollo atendidas por la entidad social bilbilitana están conociendo las características que han de tener la información y los entornos para ser fáciles de comprender. Un mundo más sencillo de entender abre la puerta al ejercicio de otros derechos de ciudadanía las personas con dificultades de comprensión, ya que ello les permite vivir con mayor autonomía, sin tanta necesidad de apoyos.

La lectura fácil, el uso de pictogramas o la organización y el diseño de la información pueden marcar la diferencia para que algo pueda comprenderse. Se trata de comunicar de una forma entendible para todos.

Además, la accesibilidad cognitiva no solo beneficia a personas con discapacidad intelectual. También sirve de ayuda para otras personas con dificultades de comprensión o deterioro cognitivo, para quienes no conocen bien el idioma o para ancianos y niños.

Plena Inclusión Aragón promueve, a través de Creando Espacios Accesibles, la formación de personas con discapacidad intelectual y de técnicos de las organizaciones para que sean capaces de reconocer aquellos aspectos que pueden ayudar a la comprensión. Para Santiago Aguado, técnico del proyecto, “es muy importante que las personas con discapacidad intelectual reciban este tipo de formación. Hemos de liderar la transformación de los entornos para hacerlos fácilmente entendibles”.

El imprescindible paso final de cualquier proceso de mejora de la accesibilidad cognitiva es el proceso de validación, por el que las propias personas con discapacidad determinan qué cambios han de implementarse en el documento o entorno en cuestión. En este sentido, y después de haber tenido sesiones teóricas a lo largo de la semana pasada, el viernes se validó la Biblioteca Municipal de Calatayud. El objetivo era comprobar si llegar al edificio o moverse por él resulta fácil para quienes tienen dificultades de comprensión.

La concejala delegada de Bibliotecas, Mercedes Muñoz, y el director del servicio, Manuel Alejandre, quisieron saludar al grupo de validadores y reconocer su trabajo. Las sesiones formativas continúan esta semana en las instalaciones de Amibil y en otros puntos de Calatayud.