Vida independiente para las personas dependientes

Plena inclusión insta al Gobierno a orientar la reforma de la ley de dependencia, anunciada recientemente por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, hacia los apoyos en la comunidad y la vida independiente. Ambos aspectos deberían primar en las estrategias y proyectos del nuevo modelo de cuidados para las personas en situación de dependencia que derive de dicha modificación normativa.

Esta es una de las líneas maestras del sexto Plan Estratégico de Plena inclusión 2024-2030, una confederación de 950 asociaciones, 38 de ellas en Aragón. Entre todas gestionan 4.000 centros y servicios que dan apoyo a más de 150.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y sus familias en toda España.

El nuevo plan se nutre de la ponencia marco Ganamos en Comunidad, elaborada a partir de más de 11.000 opiniones de integrantes del movimiento asociativo, que dibuja las líneas maestras de acción que desplegarán estas organizaciones en los próximos años. Entidades más sostenibles y colideradas por personas con discapacidad intelectual, cuidados personalizados y la defensa de la igualdad de género y de los derechos de las familias, sin olvidar a las personas con más necesidades de apoyo, son algunos de los once retos que marcan esta hoja de ruta hacia 2030.

Plena inclusión considera que, para garantizar los derechos de ciudadanía y mejorar la calidad de vida de las más de 400.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (autismo, parálisis cerebral y síndrome de Down, entre otros) que residen en España, es necesaria una mejora sustancial de la cobertura que les ofrecen las administraciones públicas. Para lograrlo, la confederación solicita que la ley de dependencia contemple la eliminación de las listas de espera y la reducción del copago para las familias y personas con discapacidad intelectual.

Asimismo, Plena inclusión pide asegurar nuevas prestaciones que permitan la extensión de la vida independiente y en comunidad y el avance de la desinstitucionalización. También demanda la provisión de nuevos recursos destinados a financiar y extender el modelo de asistencia personal.

“Somos conscientes de que el modelo futuro de apoyos a las personas con discapacidad debe contemplar una realidad en la que priman las relaciones de interdependencia y donde cada día crece más el valor de la comunidad como pilar sobre el que construir nuevas redes de solidaridad ciudadana”, sostiene Carmen Laucirica, presidenta de Plena inclusión España.